Tu bolsillo te lo agradecerá.
Con el combustible por las nubes, ahorrarlo es algo que cada vez más conductores tienen en mente. Sin embargo, la mayoría solo aplica consejos y hábitos en su conducción para ser más eficientes, pasando muchos por alto el hecho de que, el empleo de un sistema como el de la calefacción también puede ayudar en este cometido.
Ahora que empieza a repuntar el frío en España, el Círculo Neutral in Motion, conformado por AEDIVE, AER, ANESDOR, ANFAC, ASCABUS, FACONAUTO, FENEVAL, GANVAM y SERNAUTO, ha creado un decálogo con recomendaciones que ayudan a utilizarla de una manera más eficiente que no perjudicará tanto el consumo del vehículo.
El primero es buscar la temperatura óptima de manera gradual, de esta manera el motor ira calentándose poco a poco y podrá suministrar el calor de una manera más orgánica, sin exigir tanto al sistema y logrando rebajar el gasto de combustible.
El segundo es que el habitáculo esté bien aislado. Cerrar bien las puertas y ventanas para crear un microclima en el interior del automóvil facilita la climatización del mismo, puesto que la masa de aire que hay caldear es más pequeña y siempre la misma.
El tercero es hacer un uso adecuado de los difusores de aire. Al activar el climatizador hay que abrirlos al máximo y dirigirlos directamente a los ocupantes del vehículo para que sientan antes la temperatura deseada y que luego ésta se distribuya por el resto del habitáculo.
El cuarto va relacionado con evitar el sobrecalentamiento y es que, para reducir el consumo de combustible y que el motor no se sobrecaliente, resulta conveniente no ajustar la temperatura demasiado alta.
El quinto anima a utilizar el sistema de la calefacción para ayudar a desempañar tanto el parabrisas como la luna trasera (si ésta cuenta con resistencias), lo que mejorará la visión del conductor y contribuirá a reducir las posibilidades de verse inmerso en un accidente.
El sexto radica en la importancia de aprovechar el calor residual. Cuando estés cerca de tu destino, no es necesario que sigas con la calefacción encendida. Con el calor acumulado en el interior del coche seguramente sea suficiente para mantener una temperatura correcta hasta que bajes del vehículo.
El séptimo pasa por utilizar la ropa adecuada, algo que tiene su complejidad. Para evitar tener que activar la calefacción y ponerla a temperaturas muy altas, es mejor estar bien abrigado, pero también hay que evitar los abrigos excesivamente voluminosos, ya que limitan la movilidad y la efectividad de los cinturones de seguridad. Hay que encontrar el equilibrio.
El octavo recuerda la importancia de ventilar el coche de manera periódica, para que se renueve el aire interior y se evite la acumulación de la humedad.
El noveno incide en la importancia de apagar la calefacción en paradas prolongadas. En atascos o retenciones, en las que el coche no está en movimiento, es recomendable apagarla para ahorrar combustible en esos minutos.
Por último, realizar el mantenimiento previo es sinónimo de ahorro. Es durante las épocas menos frías del año cuando hay que revisar el sistema de calefacción para ver que todo esté como debe y asegurar así un funcionamiento óptimo y eficiente.
