La psicóloga María Martínez nos explica cómo vivir en modo Kaizen. /
Foto de Kadir Avşar en Pexels.
Vivimos a un ritmo demasiado rápido que hace que enfermedades que afectan a tu
salud mental, como
el estrés o la ansiedad, campen a sus anchas. Por eso es crucial aprender a parar y a tomarte la vida de un modo más pausado, lo que hace que filosofías de vida como el
método Kaizen cobren tanto protagonismo.
El
método Kaizen «es el arte de hacer pequeño y manejable lo grande y abrumador, sabiendo tomar la acción más pequeña posible sobre
lo que AHORA depende de ti«, nos cuenta la psicóloga
María Martínez, autora del libro
Vivir en modo Kaizen y creadora del Camino Kaizen, un programa de 12 semanas para integrar la mentalidad kaizen en tu día a día.
Integrar el modo kaizen en tu vida implica un
cambio de percepción para aprender a ver las partes del todo, valorando aquello pequeño que ahora tenemos disponible para hacer y sabiendo, que sólo podemos actuar sobre aquello que
depende de nosotros AHORA mismo y que JAMÁS podremos cambiar aquello que no depende de nosotros.
Cómo aplicar el método kaizen en la vida diaria
«La
mentalidad kaizen tiene unas características: separar lo que depende de ti de lo que no, saber que sólo puedes actuar sobre lo que depende de ti, centrar tu atención en tomar acción sobre
lo que está en tu mano en ese momento y asumir la idea de que las cosas son más
sencillas de lo que parecen. Esta idea es fundamental para salir de bloqueos y atascos mentales«, comienza explicándonos
María Martínez.
«Al final en lo que consiste es en
filtrar la situación presente por unas nuevas gafas, esas que hacen que mires lo que está ocurriendo y, enseguida, te preguntes ¿qué depende de mí y qué no? ¿Qué puedo hacer
AHORA sobre lo que depende de mí? Y, en el caso de que sea un objetivo a largo plazo: ¿Cuál es
el micro paso que puedo dar ahora sobre lo que depende de mí para acercarme a mi objetivo?«, resume.
La psicóloga nos ha explicado que, al ser
un cambio de percepción, se puede aplicar a lo largo de todo el día, desde que te levantas (centrando tu atención en lo que puedes hacer para que tu día empiece bien en lugar de estresarte porque llegas tarde), hasta que te acuestas, eligiendo dormirte con
pensamientos agradables, en lugar de estar pensando en todas las cosas que no dependen de ti en ese momento.
Para que nos hagamos mejor a la idea, Martínez nos ha dado algunos
ejemplos. Si de camino al trabajo te encuentras con un atasco, la mente Kaizen se centra en lo que puedes hacer para
estar mejor en ese momento en lugar de sufrir por lo que va a ocurrir en el trabajo por llegar tarde.
El método Kaizen es fácilmente aplicable en el día a día. /
Foto de Michael Dagonakis en Unsplash.
«Si tus hijos no se duermen y tú quieres que se duerman, en lugar de centrarte en eso, te centras en lo que
tú puedes hacer para ayudarles. El objetivo de que se duerman no depende de ti, pero el estado en el que tú estás mientras los duermes sí. Te aseguro que
la magia ocurre ahí… Lo compruebo cada día con mi hija«, nos asegura la experta.
Al final, el resumen es el mismo. Cada situación de la vida tiene
una parte que depende de ti y otra que no. El método Kaizen te ayuda a centrar tu atención en actuar sobre la que sí, y avanzar así sin frustración. «Cuanto más miras al futuro
más te estresas y te sientes vulnerable, cuanto más miras a lo que tienes entre manos, más te enfocas y recuperas tu poder«, asegura.
Beneficios de aplicar el método kaizen en tu vida
1. Recuperas la seguridad en ti mismo y la autoestima: al darte cuenta de que SIEMPRE vas a poder actuar, ocurra lo que ocurra en tu vida, sientes más seguridad en tus propias capacidades. «Y, además, como cada vez te preocupas menos por lo que pensarán o hablarán de ti, tu autoestima sube y te sientes cada vez mejor contigo mismo», asegura la experta.
2. Evitas los bloqueos: al dejar de esperear a que se den las circunstancias ideales que te permitan avanzar, dejas de bloquearte. «Avanzas con lo que AHORA tienes disponible, por lo que consigues llegar antes a donde quieras y consigues antes lo que tú quieras», nos comenta María Martínez.
3. Dejas de frustrarte por lo que no puedes controlar: «dejas de vivir en modo centrifugadora mental, y tu mente se relaja. Porque todos los pensamientos rumiantes tienen un punto en común: son cosas que ahora no puedes resolver, que ahora no dependen de ti», asegura la experta.
4. Mejoran las relaciones: «te enfadas cada vez menos, ya que los enfados tienen que ver con querer cambiar algo que no puedes cambiar (o a alguien)», nos comenta la psicóloga. Por tanto, nuestras relaciones sociales se ven fortalecidad por ese cambio de actitud.
5. Tienes más paciencia: «sabes que el tiempo es el que es, que siempre puedes usar el que tienes, y que vas más rápido cuando tu mente está centrada en lo que estás haciendo en lugar de lo que está por venir», nos asegura la experta
6. Te vuelves libre: «la libertad es sentir que ocurra lo que ocurra, siempre podrás elegir. Y siempre puedes elegir cuando te pones delante aquello que depende de ti», concluye.
