Después del optimismo inicial sobre los vehículos a batería, algunas marcas se han dado cuenta de que la llegada del coche eléctrico no será tan inminente como pensaban y ya se habla de una ralentización.
Ralentización. Esta palabra provoca escalofríos cuando se refiere, por ejemplo, a la economía, porque significa que está creciendo menos de lo esperado. Y es la palabra que está en boga ahora mismo en el sector de la automoción, concretamente, en algunas marcas que se han dado cuenta de que la llegada del coche eléctrico no va a ser tan inminente como pensaban.
La demanda del coche eléctrico ha sido menor de lo previsto. Muchos usuarios señalan la falta de infraestructura de recarga como una de las razones de su reticencia a los vehículos eléctricos, mientras que algunos también están preocupados por la alta depreciación que sufren algunos modelos.
Por ello, algunos fabricantes empiezan a reconsiderar su optimismo inicial sobre los vehículos eléctricos. Por ejemplo, Ford ha revisado sus expectativas sobre el F-150 Lightning, General Motors ha reducido sus planes de pick-ups eléctricas.
Genesis, la marca de lujo de Hyundai, ha perdido la fe en su estrategia de vehículos eléctricos y hasta algunos fabricantes chinos, como HiPhi, han tenido que suspender la producción durante seis meses ante la falta de demanda.
Estos hechos demuestran que el coche eléctrico atraviesa una ralentización y que podría haber cogido por sorpresa a los ejecutivos que dirigen algunas marcas. Aunque no a todas. Algunas japonesas, que se mostraron cautelosas al principio, ahora pueden presumir de ir en la senda correcta.
Toyota lleva mucho tiempo manifestando su escepticismo ante los planes de los gobiernos y los fabricantes de apostar a fondo por el coche eléctrico. Otras como Honda, Subaru, Nissan y Mazda, también han adoptado una actitud parecida a la de Toyota. No es que renuncien al vehículo 100% eléctrico, pero sus planes de futuro no pasan exclusivamente por esa tecnología.
Precisamente, los partidarios acérrimos del eléctrico cuestionaron en su momento esa actitud de los japoneses y los acusaron de ser reacios al cambio. Sin embargo, un informe de Bloomberg sugiere que el sector automotriz japonés intuía que el mercado de los vehículos eléctricos acabaría sufriendo una ralentización como la que estamos viendo ahora.
«El cliente decide la velocidad de la electrificación”. Esta frase la pronunció Stephen Ma, director financiero de Nissan Motor, y es un mensaje contundente, en forma de bofetada, a la industria del automóvil mundial. “La electrificación no es un crecimiento lineal, una línea recta. Subirá y bajará. Pero a largo plazo, crecerá».
Las marcas japonesas no renuncian al coche eléctrico
A pesar de estas declaraciones, Nissan no pierde de vista su futuro electrificado. Aunque la compañía está centrada en lo que quiere el consumidor, continúa con estrategia eléctrica que anunció en 2021, para la cual puso en marcha un plan quinquenal de más de 12.000 millones de euros.
Por su parte, el director financiero de Honda Motor, Eiji Fujimura, afirmó que, a pesar de prever una posible ralentización del crecimiento del mercado de vehículos eléctricos, seguirán adelante con sus modelos a batería. Del mismo modo, el vicepresidente ejecutivo de Subaru, Tomoaki Emori, afirma que ya tuvieron en cuenta una posible desaceleración cuando crearon su plan de electrificación.
Toyota, por su parte, se mantiene firme y registra un récord de ventas de sus vehículos híbridos. En España, concretamente, fue la marca que vendió más coches en 2023. No obstante, el director financiero, Yoichi Miyazaki, afirma que la empresa seguirá invirtiendo en vehículos eléctricos en el marco de su estrategia para ofrecer una completa gama con modelos PHEV, BEV y de hidrógeno.
De cara a 2025, espera entregar unos cinco millones de coches eléctricos en todo el mundo.
Mercedes actualizará sus motores de combustión
Un caso particular es el de Mercedes. La compañía alemana había planeado que toda su gama fuera eléctrica en 2030, pero ahora se plantea un panorama muy diferente y acaba de anunciar que actualizará sus motores de combustión, incluidas las variantes híbridas.
Las últimas previsiones de la empresa sugieren que las ventas de vehículos electrificados, incluidos híbridos y eléctricos puros, sólo representarán la mitad de la producción total dentro de seis años.
Según informa Reuters, el CEO de Mercedes, Ola Kallenius, dijo que quería que los clientes y los inversores supieran que la compañía estaba preparada para seguir produciendo coches con motor de combustión más allá de 2030 e insistió en que los coches híbridos enchufables “seguirán siendo relevantes” durante varios años.
