Que los dulces son una tradición que va muy unida a las fechas no es algo que nos descubran, exclusivamente, las propuestas
más golosas de San Valentín. Porque si los Reyes Magos están unidos a su roscón, la
Semana Santa tiene varias opciones entre las que elegir. Y si hay una en la que coincide todo el mundo es en esa en la que pan, huevo, aceite y azúcar se unne para disfrute de nuestros paladares. Y aquí te traemos las
mejores torrijas que puedes comer en Madrid: de las más originales a las más tradicionales.
Este dulce, que algunos no se resisten a comer durante todo el año, está presente en la
gastronomía española desde el siglo XV, aunque su asociación con la Cuaresma es mucho más reciente y viene dada por la necesidad de dar salida al pan sobrante. Las cosas han cambiado, y ahora lo que se lleva es comprar un
pan específico para torrijas, pero lo que sigue inalterable es el cariño a la hora de elaborarla y nuestra satisfacción al disfrutarla.
Así que si quieres estar a la última de las mejores torrijas que puedes comer en
Madrid esta Semana Santa, no te pierdas esta deliciosa selección.
La Mallorquina. Cuatro tiendas en Madrid.
Una de las pastelerías más antiguas de Madrid, (su primer establecimiento, en la Puerta del Sol, abrió en 1894), apuesta por la
receta tradicional de este dulce, que ya se puede comprar en todos sus establecimientos.
La torrija de La Mallorquina, un clásico de la repostería madrileña desde hace más de un siglo. /
dr
La elaboración comienza con la masa del pan, exclusivo para sus torrijas, amasado y horneado cada día en su obrador. Las rebanadas se cortan a mano y se bañan en leche aromatizada con
canela, se pasan por huevo batido y se fríen en aceite. De textura suave, fina y jugosa, la preparación termina cubriéndolas con azúcar y canela.
Formentor. Calle Hermosilla, 81 y Calle Santa Engracia, 62.
La séptima edición del
concurso «Las mejores torrijas de Madrid» ha escogido la elaboración de esta pastelería como la mejor torrija tradicional de 2024. Una creación de la joven pastelera Jennifer Pozón, que apuesta por una elaboración «100% tradicional» a partir de una receta que tiene más de a 60 años.
Su textura suave y su magnífico sabor han sido dos de los principales valores que el jurado ha tenido en cuenta a la hora de escogerla como la ganadora de este certamen en el que también se escoge la mejor torrija innovadora, apartado en el que se ha impuesto la pastelería Cercadillo del barrio de Usera, mientras que en la modalidad
sin gluten el reconocimiento ha correspondido a la pastelería Oriental.
El Riojano. Calle Mayor, 10.
Fundada en 1855 por el pastelero de la reina María Cristina de Borbón, natural de La Rioja, sus torrijas son unas de las más demandadas de Madrid cuando llega Semana Santa. Y es que no hay nada como la tradición y el saber hacer para convertirse en un clásico de la
repostería al que siempre acudir cuando queremos acertar.
Son de los pocos que apuestan por la otra versión de la elaboración más clásica, la de la torrija de vino, y también podemos disfrutar de la más demandada, la de leche. Elaboradas con un pan tipo brioche enriquecido en huevo con un poco más de mantequilla de lo habitual, se infusiona en leche con canela y
cáscara de limón durante 24 horas. Una vez retirado el exceso de líquido, se rebozan en huevos frescos y se fríen en aceite de oliva.
La Duquesita. Calle Fernando VI, 2.
Oriol Balaguer apuesta por una versión renovada de la torrija tradicional de Semana Santa, elaborada a partir de un pan artesanal de masa brioche que fermenta durante 24 horas. Después las infusiona con leche,
vainas de vainilla natural, pieles de naranja, limón, anís y canela en rama. Tras freírlas se bañan en azúcar y canela.
La torrija de La Duquesita es un placer al que no hay que renunciar, tampoco, esta Semana Santa. /
DR
Su versión renovada termina con una exquisitez que sin duda les añade atractivo, y es que el repostero catalán les añade una fina crema pastelera caramelizada con soplete, emulando un
postre tradicional de su comunidad, la crema catalana.
Flor y nata. Rosewood Villamagna.
Para aquellos que busquen en Semana Santa una experiencia en la que el lujo y la distinción sean los protagonistas, en la pastelería Flor y Nata del hotel Rosewood Villamagna, liderada por el chef
pastelero Emanuel Alavés, adaptan su oferta repleta de exquisiteces a los clásicos de estas fechas.
Y además de
huevos de chocolate de Pascua, y varios bocados salados y dulces, entre los últimos estará la imprescindible torrija, a la que le dan un toque personal, culminando la elaboración con frutos rojos y chantilly.
China Crown. Calle Don Ramón de la Cruz, 6.
Para aquellos que busquen nuevos sabores sin renunciar a los clásicos de la temporada, el restaurante China Crown, templo de la cocina imperial china en Madrid, ha preparado una
elaboración en la que se fusionan las tradiciones orientales y españolas para proponer a sus clientes el postre obligado en Semana Santa, la Torrija Cantonesa.
Elaborada con
pan brioche, el toque de la gastronomía china llega a la hora de condimentarlo, cuando se utiliza la combinación de Cinco especias chinas: anís estrellado, canela en rama, pimienta de Sichuan, semillas de hinojo y clavo de olor. La preparación se culmina con nueces caramelizadas y toffee, que ponen la guinda a esta deliciosa propuesta.
