Texas construirá un “campamento base militar” para mil 800 elementos de la Guardia Nacional en Eagle Pass, anunció ayer el gobernador republicano Greg Abbott, ampliando la presencia de soldados en la ciudad fronteriza con México, en la que el estado se enfrenta con Washington en torno al control de la inmigración.
La instalación de 32 hectáreas junto al río Bravo, denominada Foward Operating Base Eagle Pass, estará a corta distancia del parque Shelby, a la orilla del río donde elementos de la Guardia Nacional de Texas han instalado alambre de púas a lo largo de kilómetros y empezaron a negar el acceso a los agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.
El campamento permitirá a Texas “acumular un gran ejército en una zona muy estratégica” y “aumentar la velocidad y la flexibilidad de la Guardia Nacional estatal para poder responder a los cruces”, detalló Abbott.
El gobernador dijo que la base mejorará las condiciones de vida para los soldados que han sido desplegados en la frontera entre EU y México, un tema que dificultó la misión de la Guardia Nacional (federal) durante los primeros meses de la Operación Estrella Solitaria, el nombre que se le dio a las medidas estatales contra los migrantes.
“Hemos visto la efectividad de los alambres de púas en el Parque Shelby (…) Al tener a los soldados ubicados justo al lado del río, tendrán la capacidad de construir más rápidamente esa barrera”, agregó Abbott.
El gobernador dijo que el cruce de migrantes en Texas disminuye gracias a sus medidas y descartó que haya un mayor control del lado mexicano.
“No es México el que controla la frontera. Son los cárteles”, insistió en el tema.
“Cuando llegue la primavera habrá caravanas adicionales que se abrirán paso por la parte sur y central de México… Queremos asegurarnos de que cuando lleguen a la encrucijada sobre si irán a Texas o a otro lugar, sepan que el lugar equivocado al que ir es Texas”, advirtió Abbott.
La base se construirá en fases de 300 camas cada 30 días, y se prevé que la primera etapa esté terminada en abril, dijo el mayor general Thomas Suelzer, jefe del Departamento Militar de Texas.
El complejo incluirá tres puestos de mando, almacenes de armas y un helipuerto, añadió.
Agentes de Texas siguen teniendo el control del parque Shelby, al norte del sitio de la base, como parte de las medidas de Abbott para reforzar la seguridad en la frontera con la ciudad de Piedras Negras, Coahuila.
El alcalde de Eagle Pass, Rolando Salinas, dijo que la acción estatal para controlar el parque al comenzar enero pasado tomó a la ciudad por sorpresa, y cuestionó el momento en que se llevó a cabo, dado que los cruces fronterizos han disminuido en las últimas semanas.
El Departamento de Justicia de EU pidió el mes pasado a la Corte Suprema del país que le ordenara a Texas permitir el ingreso al parque a los agentes de la Patrulla Fronteriza.
Washington señaló entonces que esos agentes utilizan el parque para vigilar el río Bravo e introducir lanchas en él.
La Corte Suprema autorizó a la policía federal fronteriza a cortar el alambrado. Pero, mientras el proceso sigue en tribunales, Texas extiende la cerca.
También está en manos de un juez federal decidir si una reciente norma aprobada por Texas, que permite a la policía detener a migrantes que hayan ingresado al país de forma ilegal, se ajusta a la ley.
En una audiencia el jueves, el juez adelantó que sería una “pesadilla” si hay distintas normas migratorias en cada estado, y rechazó el argumento de “invasión” que Texas sostiene. Su fallo podría conocerse antes de marzo, cuando la ley entrará en vigencia.
La crisis migratoria es un tema clave para las elecciones presidenciales de noviembre próximo.
Abbott apoya al ex mandatario Donald Trump (2017-2021), de fuerte discurso antimigración y favorito en las primarias republicanas para la nominación. Biden, en tanto, busca la reelección.