Mary de Dinamarca con la princesa Josephine en Verbier en 2014. /
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Los
reyes Federico y Mary de Dinamarca no dejan de ser noticia. Desde que hace justo un mes la
reina Margarita abdicara en su hijo mayor, la pareja real acapara titulares un día sí y otro también. Hoy, la polémica tiene que ver con otra de sus residencias privadas:
el «chaletazo» que tienen en Verbier, una de las estaciones de esquí más exclusivas del mundo y donde los monarcas daneses se escapan a disfrutar del esquí siempre que pueden.
La polémica en esta ocasión es doble. Por un lado, hay quienes ya han alzado la voz criticando que los monarcas se hayan tomado unas vacaciones tan solo un mes después de
su proclamación. No parece que haya pasado un tiempo prudencial como para que una escapada como esta pueda entenderse. La ausencia de ambos ha hecho, además, que sea la reina Margarita la que represente a su hijo el rey en lo necesario mientras dure su escapada a la nieve.
Pero además,
el chalet que Federico y Mary poseen en Verbier ya provocó una importante crisis hace unos años que llegó hasta el gobierno danés. Entonces se descubrió que el matrimonio no solo no había declarado esta casa sino que la alquilaba cuando no se encontraba en la localidad suiza. Algo que generó una gran controversia en la que tuvo que intervenir hasta el parlamento del país.
Federico y Mary de Dinamarca: su polémico chalet secreto en Suiza
Hace ya cuatro años que el chalet real, entonces principesco, de Verbier fue noticia. Y de qué manera. Ocurrió en enero de 2020 cuando los entonces príncipes herederos Federico y Mary se trasladaron a la exclusiva suiza para que sus hijos realizaran un curso intensivo de 12 semanas en la Escuela Internacional Lemania-Verbier. Se trata de un prestigioso y carísimo internado en el que los cuatro vástagos del matrimonio –Christian, de 18 años, Isabella de 16 y los mellizos Josephine y Vincent de 13–
pasaron allí tres meses en un entorno privilegiado y con gran protagonismo de todo tipo de deportes, incluido el esquí, por supuesto.
Los entonces príncipes hicieron pública esta decisión, pero no dónde se alojarían durante el tiempo que durara el mencionado curso. Y ahí fue donde saltó la polémica: nadie sabía hasta entonces que Federico y Mary eran dueños desde hacía una década de
un enorme chalet en Verbier, una pintoresca localidad de 3000 habitantes dentro del cantón de Valais y con vistas al Mont Blanc. Este pueblecito de ensueño es célebre por su
estación de esquí, una de las más exclusivas y bonitas de Europa, y donde se dan cita numerosos royals, celebrities y millonarios de toda.
La noticia que causó un enorme revuelo que llegó hasta el parlamento danés, ya que los miembros de la Familia Real
están obligados a comunicar los gastos e inversiones que hagan en el extranjero con el dinero que reciben de su asignación de dinero público. Y en este caso no habían cumplido con sus responsabilidades. Pero el escándalo fue mucho más allá, pues el matrimonio no solo no había comunicado al parlamento la existencia de esta vivienda, sino que la alquilaban cuando ellos no estaban en Verbier.
La Casa Real danesa se vio obligada a confirmar mediante un comunicado oficial que los propietarios
nunca volverían a alquilar el chalet en cuestión, además de asegurar que la residencia, valorada en más de un millón y medio de euros, había sido adquirido con los ahorros personales de la pareja.
La escapada de Federico y Mary de Dinamarca: unas vacaciones cuestionadas
Que los reyes daneses adoran esquiar es de sobra conocido. Como casi cualquier Casa Real que se precie, las escapadas a las estaciones de esquí más exclusivas son algo habitual. Y en el caso de Federico y Mary de Dinamarca, los
posados en la nieve de Verbier con sus hijos es algo que han hecho todos los años durante mucho tiempo. Era habitual que el matrimonio se dejara fotografiar con sus cuatro hijos entre trineos y alguno de los perros que tenían como mascota. Y esto siempre ocurría durante las vacaciones escolares de invierno, que en Dinamarca tienen lugar, normalmente, a principios de febrero.
Mary y Federico de Dinamarca con sus hijos en los Alpes suizos. /
gtres
Y este es precisamente el motivo de la escapada que la familia real danesa está disfrutando estos días. Del 10 al 18 de este mes los escolares del país escandinavo están de vacaciones, por lo que el matrimonio real ha optado por pasar unos días en su casa de Verbier. Hasta ahí, todo normal, más allá de que apenas haga
un mes de su proclamación como reyes o de que sea la reina Margarita la que se haya quedado «al mando» de la jefatura del país.
La polémica tiene que ver también del chalet en cuestión, protagonista involuntario de
una de las mayores polémicas que han afectado a los hoy monarcas de Dinamarca y que se corresponde con una enorme propiedad de madera y estilo tradicional alpino en la que destaca una gran terraza de la que estarán disfrutando con total seguridad y ajenos a esta nueva polémica.
