Es difícil extraer conclusiones positivas de la temporada de los Memphis Grizzlies, que empezaron tocados por la suspensión de Ja Morant y continúan ya plenamente hundidos cuando se acerca el parón por el All Star 2024. No ha sido ni será el año de la franquicia de Tennessee, que el curso pasado celebró por todo lo alto su segunda posición en la Conferencia Oeste y actualmente agoniza para no ser la segunda por la cola en la clasificación. Las lesiones se han cebado con ellos, y luego la planificación de futuro y los traspasos han terminado de tirar por la borda el éxito a corto plazo.
Ya van siete derrotas consecutivas tras caer por 110-118 contra los Chicago Bulls, otro equipo que no está para tirar cohetes y del que nadie entiende su pasividad durante el cierre de mercado anoche. La única buena noticia en Memphis es la oportunidad de los jóvenes para acumular minutos, recabar experiencia y desarrollar su juego, y es que en el quinteto de los Grizzlies solo resiste un titular indiscutible, el ala-pívot Jaren Jackson Jr.
En medio de este panorama desolador, Santi Aldama suma y sigue, con altibajos, su trayectoria en la NBA. Es el único español que ha jugado de forma efectiva a lo largo de la temporada, la cifra más reducida de las últimas dos décadas. Con 15 puntos, 5 rebotes y 2 asistencias en 37 minutos de juego (6-13 TC y 3-8 3P), poco pudo hacer para evitar la nueva derrota de los suyos.
Las salidas de Steven Adams, pívot titular lesionado, y Xavier Tillman, su reserva más habitual, abren más espacio en la rotación de Taylor Jenkins para el interior canario de 23 años. También David Roddy, alero de cierto recorrido, terminó marchando a los Phoenix Suns en el cierre de mercado. En el solar de Memphis, apenas destacan el español, Jackson Jr. (28 puntos) y el alero recién firmado a razón de cuatro años GG Jackson, que celebró su ascenso de la G-League con 27 tantos y 9 rebotes contra Chicago.
Aldama también ha pasado días lesionados este año, donde sigue mejorando ligeramente sus aportaciones. Con 10,5 puntos, 5,7 rebotes y 1,9 asistencias, mejora en los tres elementos básicos del juego, aunque empeora sus porcentajes (43,5% TC, 35,7% 3P y 62,5% TL) durante más minutos en la cancha (24,1). En total ha disputado 39 partidos, 13 de ellos como titular.
Memphis comandaba por 56-52 al descanso, pero se deshizo como un azucarillo en el último período, un problema persistente. Normal, visto que le falta su gran estrella, un Ja Morant que se perderá el resto de curso después de pasar por quirófano para reparar su hombro derecho. El ala-pívot Brandon Clarke, en su día titular, ni siquiera ha debutado este año mientras se recupera de una rotura del tendón de Aquiles. Marcus Smart, fichaje para sustituir a Morant durante su suspensión, se ha pasado medio año lesionado, y Desmond Bane, número dos de la plantilla, lleva casi un mes fuera. Otros fichajes como Derrick Rose y Luke Kennard también llevan días apartados de la pista. Un auténtico desastre.
Los Grizzlies son antepenúltimos con un balance de 18 victorias y 34 derrotas, mientras los Bulls navegan en otro tipo de irrelevancia con 25 victorias y 27 derrotas, novenos en la Conferencia Este. En teoría un equipo armado para competir y dar guerra en playoffs, llevan varias temporadas sufriendo y pidiendo la hora para acariciar apenas el play-in… sin que su dirección haga movimientos para sacudir el árbol y revitalizar el proyecto.
DeMar DeRozan, con 30 puntos y 8 rebotes, y Nikola Vucevic, con 20 tantos, 10 rebotes y 5 asistencias, recordaron al resto de franquicias su enorme talento… echado a perder por la inactividad en los despachos. Hasta Andre Drummond, pívot suplente, se lució con 21 tantos y 13 rebotes después de no ser traspasado cuando todo apuntaba a que ese sería el caso. Una incógnita lo de Illinois.
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