Kaizen es un término japonés que implica que las personas se centren en el cambio para mejor o en conseguir una mejora continua. Aun así, este concepto abarca una amplia gama de ideas. El objetivo de esta filosofía es hacer pequeños cambios, lo que puede resultar difícil en una era regida por la gratificación instantánea.
Un hombre observa un paisaje montañoso. Pexels/Lucas Allmann.
Normalmente, cuando las personas buscamos dar un cambio en nuestras vidas, especialmente cuando queremos cambiar radicalmente, es muy probable que intentemos hacerlo de un día para otro. Este tipo de pensamientos y actitudes acaban generando más probabilidades de fracasar que de conseguir aquello que deseamos. Esto puede ser debido a que aspiramos a ser perfectos y este tipo de ideas acaban pasándonos factura.
Es por este motivo que la filosofía japonesa del Kaizen puede sernos de mucha utilidad. De hecho, se trata de una forma de concebir los cambios de manera manejable y mucho más saludables.
“Un camino de mil millas comienza con un solo paso”Lao Tse
Una mujer sentada en un banco observa un paisaje. Pexels/Tobi.
La filosofía Kaizen: ¿en qué consiste?
Aunque el concepto del Kaizen se popularizó en el siglo XX por la empresa Toyota, en realidad, este concepto se traduce como ‘buen cambio’ e implica una práctica que se centra en conseguir una mejora gradual y continua.
La historia de la popularización del Kaizen empieza en el Japón de la Segunda Guerra Mundial, justo cuando esta nación estaba lidiando con reconstruir su economía. Dado a las necesidades que requería la sociedad japonesa, los empresarios y los líderes japoneses se enfocaron en la necesidad de un sistema de mejora. Más en particular, figuras como Kaoru Ishikawa y Taichiro Toyoda de Toyota desempeñaron un papel crucial para el desarrollo de esta filosofía.
De hecho, el Kaizen es una fusión entre esta búsqueda de mejorar la productividad empresarial con los valores tradicionales propios de la cultura japonesa, como puede ser la disciplina y el compromiso.
Esta filosofía tiene como propósito recordarnos que todos podemos mejorarnos a nosotros mismos, pero la mejor y la más sostenible manera de implementar estos cambios es realizándolos lentamente y con pequeños pasos.
Paisaje montañoso. Pexels/Tms Sam
En esencia, la idea detrás del Kaizen se basa en la creencia de que todos los aspectos de nuestra vida se pueden mejorar, y que la mejor forma de hacerlo es precisamente a través de pequeñas mejoras continuas. De hecho, el objetivo es conseguir un cambio significativo en nuestra vida centrándonos en actos pequeños que podemos implementar en nuestra rutina diaria.
Principios de la filosofía Kaizen
Para conseguir aplicar la filosofía Kaizen a nuestra vida debemos centrarnos en desarrollar una mentalidad concreta basada en lo siguiente.
Aceptar los cambios. En la mayoría de los casos solemos actuar en función de nuestros hábitos debido a que nuestro cerebro prefiere la estabilidad y el control. Aceptar el cambio, y sobre todo no tener miedo a ello, puede ayudarte a mejorar.
No pienses en la perfección. Un error que solemos cometer cuando nos enfocamos en los cambios es centrarnos en ser perfectos. La filosofía Kaizen supone que las cosas están cambiando constantemente, por lo que, centrarse en la perfección es una forma errónea de concebir los cambios.
Una mujer trabajando en su escritorio. Pexels/George Milton
No te culpes ni te excuses. Es importante que al pensar en una tarea, nos hagamos responsables del resultado de ella. Es decir, si no la hemos hecho, no debemos culparnos, por lo contrario debemos aceptar la responsabilidad y aprender de los errores que hemos podido cometer.
Nunca dejes de mejorar. El Kaizen también implica tener una mentalidad enfocada en aprender y en mejorar constantemente. Si algo no funciona como esperabas, no debes tener miedo de modificar tu perspectiva y enfoque. Por lo que, esta filosofía fomenta tener más adaptabilidad y flexibilidad.
Establece objetivos claros. ¿Qué aspectos de tu vida o trabajo quieres mejorar? Para vivir de acuerdo a los principios del Kaizen es importante tener claro aquello que queremos y sobre todo, entender qué pequeños pasos podemos implementar diariamente para conseguirlo.
Celebra las pequeñas victorias. Aunque el Kaizen se centra en un progreso incremental, su esencia se centra en las pequeñas victorias que podemos experimentar en el camino. Esto significa reconocer nuestros logros, incluso si estos parecen insignificantes. Al tener una mentalidad enfocada en estos pequeños cambios, esto nos puede proporcionar más motivación y reforzar nuestro compromiso en esta mejora continua.
Una mujer al lado de un lago y un paisaje montañoso. Pexels/Riccardo.
Implementar el Kaizen implica cultivar una mentalidad que desafía nuestro modo de vida actual. En lugar de buscar una solución rápida, esta se centra en trabajar en una forma de vida que nos cambie poco a poco. Se trata de un viaje que no busca producir resultados inmediatos pero que te ayuda a acercarte a tus objetivos buscando la constancia en tus hábitos.
Como vemos, incorporar el Kaizen significa abrazar el cambio, es decir, cultivar un aprendizaje continuo. Esta filosofía nos enseña el valor de la perseverancia y de la paciencia: el éxito surge de pequeños y constantes pasos que hacemos en el día a día.
Referencias:
- Martínez, M (2022). Vivir en modo Kaizen. Barcelona. Alienta Editorial.
- Harvey, S (2021). Kaizen: El método japonés para transformar tus hábitos. Madrid. Zenith.
- Maurer, R (2015). Un pequeño paso puede cambiar tu vida: El método Kaizen. Barcelona. Urano.
