Que será este año es lo poco que sabemos del final de
Yellowstone, la exitosa creación de Taylor Sheridan que ha dado lugar a varias
precuelas y amenaza con seguir creciendo. Y eso en medio de la polémica con
Kevin Costner y su presencia en los últimos capítulos. Pero si no puedes esperar más, y eres amante de la lectura, te traemos
las novelas perfectas para enfundarte tu sombrero vaquero y no echarla de menos por más tiempo.
Porque el universo del
lejano Oeste ha dado mucho juego en la industria audiovisual, pero no ha sido menos prolífico en el mundo de la literatura. Escritores y escritoras han ambientado sus historias en estados como Montana, Wyoming o Texas, dando lugar a reconocidas obras que exploran el mito de un espacio en el que la naturaleza es uno de los protagonistas indiscutibles.
Cormac McCarthy, Philip Meyer o la autora de Brokeback Mountain, Annie Proulx, son algunos de los autores que hemos seleccionado para que disfrutes de historias con las que suplir la ausencia de nuestro
western televisivo favorito, Yellowstone.
Mi Ántonia. Willa Cather. Alba Editorial.
A los diez años, Jim Burden pierde a sus padres y deja su Virginia natal para trasladarse con sus abuelos a
Nebraska. En su viaje conoce a Ántonia, una adolescente hija de emigrantes que tienen como destino la tierra de las oportunidades, con la que mantendrá una relación que deberá superar a las diferencias que hay entre sus familias.
La de él se considera genuinamente americana, la de ella vive una existencia precaria y es vista con recelo, como las nuevas oleadas de inmigrantes europeos. Basada en recuerdos personales, esta novela ofrece una visión fidedigna y generosa de la
América de los pioneros, la que vemos en el spin-off 1883.
Meridiano de Sangre y la Trilogía de la frontera. Cormac McCarthy. Random House/DeBolsillo.
Taylor Sheridan, el creador de la serie protagonizada por Kevin Costner (de momento) ha reconocido en varias entrevistas que la obra del escritor nacido en Rhode Island ha sido una gran fuente de inspiración en sus creaciones. Y entre todas ellas destaca
En la frontera, la segunda novela de la Trilogía de la frontera en la que también se encuentran Todos los hermosos caballos y Ciudades de la llanura.
Unos años antes de la publicación de estos tres libros, en 1985, el autor de No es país para viejos escribió Meridiano de Sangre, que narra la historia de un joven fugitivo, el chaval, que se une a un grupo de mercenarios para
masacrar indígenas en la frontera de Estados Unidos y México a mediados del siglo XIX.
Cuánto oro esconden estas colinas. C Pam Zhang. Gatopardo Ediciones.
Ambientada en la fiebre del oro de finales del siglo XIX que llevó a millones de inmigrantes chinos a trabajar en el
oeste norteamericano, esta novela cuenta la historia de Lucy y Sam, dos hermanos que pierden a sus padres y viajan a la deriva en una tierra que les resulta hostil.
El autor mezcla el simbolismo chino con el imaginario del lejano oeste para crear una
mitología profundamente personal en el que los secretos, las rivalidades fraternas y la incertidumbre del futuro conforman una novela épica y visionaria.
El río de la vida. Norman Maclean. Libros del Asteroide.
Compuesta por tres historias, la más extensa de ellas es la que le da título, que tiene tintes autobiográficos y Robert Redford llevó al cine en 1992. Ambientada en el comienzo del siglo XX en el estado de
Montana, cuenta la historia de una familia en la que un estricto padre transmite a sus dos hijos su pasión por la pesca con mosca.
Pero también el orden que tienen los ríos y los misterios que esconden, así como el paralelismo inevitable que surge con la propia
vida, repleta de interrogantes.
Proscrita. Anna North. Alba Editorial.
Este neowestern feminista arraca en 1890, cuando Ada, su protagonista, está a punto de casarse con tan solo 17 años. En un ambiente en el que las mujeres estériles son sospechosas de brujería y
condenadas a la horca, Ada ve como tras un año de matrimonio es incapaz de tener hijos.
Para sobrevivir dejará su vida atrás y se unirá a una famosa
banda de forajidas en la que Kid, su líder, quiere crear un refugio para mujeres marginadas. Pero para hacer realidad este sueño, la banda trama un peligroso plan y Ada tendrá que tomar decisiones.
El consuelo de los espacios abiertos. Gretel Ehrlich. Volcano Libros.
En 1976, Gretel Elrich viajó desde Nueva York a Wyoming para trabajar en un documental sobre los
grandes ranchos de ovejas y, tras una tragedia personal, decidió quedarse en este estado del norte para sobrellevar su duelo.
Y en estos
remotos territorios escribió pequeños ensayos con los que dio lugar a este libro en los que, además de contar su experiencia vital, retrata a las personalidades que viven allí. John Dutton y su hija Beth citan el libro en Yellowstone.
El hijo. Philipp Meyer. Random House.
Finalista del Pulitzer en 2014 y éxito de ventas en Estados Unidos y Europa, este libro denominado por algunos como la
gran novela americana narra la crueldad, el sacrificio y la ambición de una familia, los McCullogh, desde finales del siglo XIX.
El protagonista, Eli, se convierte en hijo adoptivo de un
jefe indio después de que maten a su madre y a su hermana, pero su vida cambiará cuando el ejército americano acabe con los últimos poblados libres. El relato sigue el futuro de su apellido a través de su hijo, Peter, y su bisnieta, Jeannie.
Wyoming. Annie Proulx. Lumen.
No fue hasta 2022 cuando pudimos leer en español los reconocidos relatos que la autora de
Brokeback Mountain dedica a Wyoming, donde podemos encontrar todos los elementos que construyeron en su día la leyenda del lejano Oeste.
La ironía de Proulx y su capacidad para ver el fondo de los protagonistas de esa historia ayudan al lector a disfrutar de una vuelta de tuerca del mito, en el que la belleza de los espacios es vista con la
aridez que sufren sus habitantes, quienes se mueven en un entorno que transforma sus vidas y su carácter.
Filtro de amor. Louise Erdrich. Siruela.
El exitoso debut literario de la autora estadounidense de orígenes
chippewa y alemán cuenta la historia de dos familias de la tribu mencionada, los Kaspaw y los Lamartine, que son desposeídos de su cultura, su religión y su poder económico.
Pero también obligados a combatir en la guerra de Vietnam e imbuidos por el consumismo de la época, su vida estará marcada por una permanente
crisis de identidad. La difícil existencia de una minoría que tendrá en el amor su principal balsa de salvación vital.