Una de las figuras más reconocidas de la filosofía es Nietzsche. Este filósofo alemán luchó con toda su prosa para conseguir alertar sobre cómo la moral judeocristiana había corrompido los valores de la sociedad actual. Aun así, sus ideas van mucho más allá de nuestra cultura, ya que su filosofía es un intento de comprender la realidad del ser humano.
Las principales ideas de la filosofía de Nietzsche
Nietzsche es un filósofo con ideas complejas, aún así, algunos de los conceptos más importantes de su filosofía se pueden resumir en los siguientes.
Mujer contemplando un paisaje montañoso. Pexels/Learda Shkurti
Transvaloración de todos los valores. Implica la idea de que todos los valores, creencias y la moralidad que tenemos deben ser revaluados para crear nuestro propio sistema de valores, siendo este más significativo. En La genealogía de la moral, Nietzsche intenta desmantelar las ideas modernas sobre la moralidad. Según sus ideas, la ética de la sociedad está ligada a moral y valores corrompidos, por lo que las personas requerían de uno nuevo.
“El bien y el mal ya no son términos absolutos, sino relativos; han intercambiado lugares”
”Cuanto más nos elevamos, más pequeños parecemos a quienes no saben volar”
El resentimiento y la moralidad del esclavo. Según Nietzsche nuestra sociedad está gobernada por los resentidos. El resentimiento está muy ligado a la cultura judeo cristiana debido a que se trata de unas religiones que surgen de la autonegación. Es decir, esta nace de las necesidades psicológicas de aquellas personas que no pueden alcanzar el poder y el estatus, los ‘esclavos’. Estos esclavos resienten el poder y la riqueza de los amos, y apuntan a todo lo que está relacionado con ellos con lo ‘malo’. Nietzsche creía que aquellos considerados ‘amos’ eran capaces de reafirmarse a sí mismos, en contra de los ‘esclavos’ que buscaban la validación fuera de ellos.
”De nadie estamos más lejos que de nosotros mismos”
Mujer contempla la naturaleza. Pexels/Luis Fenandez
La muerte de Dios y el Nihilismo. Según Nietzsche, la muerte de Dios, es decir, de la influencia del concepto de Dios sobre la sociedad, comportó que la sociedad derivase a una falta de propósito de la existencia. De este modo, llevó a un vacío existencial lo que puede derivar en el nihilismo y una falta de rumbo. Ante esta ausencia de direcciones religiosas y morales, debe ser el propio individuo el que cree su sentido de propósito y le otorgue un significado a su vida. Nietzsche rechazó así la religión organizada o institucional debido a que según su perspectiva tenía la tendencia a limitar el potencial humano y la creatividad. En su lugar, propuso que la filosofía debía ser una arma centrada en el autodescubrimiento y la exploración, lo que comportaría encontrar el sentido de la vida a través del arte, la cultura y otras formas de expresión creativa.
“¿Es el hombre un fallo de Dios, o Dios un fallo del hombre?”
”Buscar la felicidad en la fe es no querer buscar la verdad”
La voluntad de poder y el Superhombre. La crítica de Nietzschee a la moralidad que imponen los ‘esclavos’ está entrelazada con uno de sus conceptos más famosos: la voluntad de poder. Se puede entender la voluntad de poder como un impulso hacia el autodominio, la creatividad y la autenticidad del ser humano. De esta forma, el Superhombre o Übermensch se trata de una persona que es capaz de ser libre y enfrentarse a las creencias y valores que impone la sociedad, influída por la moralidad propia del esclavo.
Una mujer contemplando el mar. Pexels/Sebastian Arie Voortman.
De hecho, en su obra Así habló Zarathustra, Nietzsche expone que su protagonista es la imagen más completa de lo que significa ser un Superhombre: una figura que sobrepasa las costumbres sociales y persigue su autenticidad y voluntad por encima de todo.
“Aquél que tiene un porqué para vivir puede soportar casi cualquier cómo”
El eterno retorno. Otra de las ideas que ocupa un lugar destacado en la obra de Nietzsche es el concepto del eterno retorno, que implica la noción de que el tiempo corre circularmente, es decir, se repite de manera eterna. Este concepto no es una forma de definir la naturaleza del tiempo, por lo contrario, implica un experimento mental. El filósofo pide que nos imaginemos que un demonio nos dice:
“Esta vida como ahora vives y la has vivido, tendrás que vivir una vez más e innumerables veces más; y no habrá nada nuevo en ella, pero cada dolor y cada alegría y cada pensamiento y suspiro y todo lo indescriptiblemente pequeño o grande en tu vida debe volver a ti, todo en la misma sucesión y secuencia, incluso esta araña y esta luz de luna entre los árboles, e incluso este momento y yo mismo…”
Este experimento mental implica replantear nuestra vida como algo que viviríamos una y otra vez, lo que supone valorar cada instante y decisión que tomemos, enfocándonos en nuestra autenticidad.
Imagen 4: Frases de Nietzsche. Pie de foto: Mujer contempla un lago desde una cima montañosa. Pexels/Andre Furtado.
Amor Fati. El Amor Fati, conocido por el amor por el destino. Si el eterno retorno fuera una concepción real sobre nuestra vida, esto implicaría que existiría el destino. Es decir, lo que nos dice la respuesta que le daríamos al demonio que nos plantea esta concepción ante la una vida que se repite, es nuestra actitud hacia los hechos inmutables. De esta forma, el Amor Fati de Nietzsche nos dirige a empezar a aceptar nuestro destino, es decir, aquello que nos sucede como algo que es necesario. Por lo que, la idea del Eterno Retorno y del Amor Fati nos empuja a discernir entre aquellas acciones que sinceramente queremos y deseamos en nuestra vida. Si elegimos actuar de una manera en la que tememos experimentar lo mismo de nuevo, entonces, es que no estamos viviendo una vida auténtica. Nitzsche nos insta así a ser responsables de nuestras acciones y sobre todo, hacerlas para nosotros.
Mujer contempla un paisaje. Pexels/Anastasia Shuraeva
“El destino de los hombres está hecho de momento felices, toda la vida los tiene, pero no de épocas felices”
Para Nietzsche, la filosofía tiene como meta afirmar la vida y enfocarse en lo bello, lo que implica huir o erradicar las cadenas que nos sumergen en la represión y la banalidad. Por lo que nos anima a desafiar las creencias aceptadas para centrarnos en nuestra naturaleza y construir nuestra propia realidad.
Referencias:
- Nietzsche, F (2011). La genealogía de la moral. Barcelona. Alianza Editorial.
- Nietzsche, F (2011). Así habló Zaratustra. Barcelona. Alianza Editorial.
- Cox, G (2020). Guía existencialista para la muerte, el universo y la nada. Alianza Editorial.
