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viernes, octubre 4, 2024

Quién es Tinet Rubira, el frío y calculador jefe de Operación Triunfo que solo Amaia supo meter en cintura

Si hubiera que diseccionar un programa como Operación Triunfo, el forense encargado tendría facilísimo encontrar una analogía religiosa como la que sigue.
Noemí Galera y Manu Guix ejercen el sufrido papel paternal y maternal, como padre y madre de ese niño Jesús anhelado que es el triunfo. Sus apóstoles, los
profesores de la Academia, llevan el evangelio musical a aquellas voces que, por obra y gracia del Espíritu Santo de la Academia, deben encarnarlo.

El jurado,
Concha Buika, Cristina Regatero y Pablo Ros, son evidentemente los tres Reyes Magos. Hay una estrella, Chenoa, un buey, Xuso Jones, y una mula, Masi. A
Tinet Rubira (60 años) no se le ve, pero ejerce de jefe de todo esto como un Dios implacable. No tenemos pruebas pero tampoco dudas de que él escoge las canciones que cantan los concursantes de Operación Triunfo.

De los dedos de Tinet Rubira no salen rayos, sino tuits que abrasan, chamuscan y fulminan. De hecho, parece el
ángel exterminador desde su cuenta en Twitter, donde se aplica a la tarea de defender el formato de las
hordas de fans de Operación Triunfo que opinan, inventan e insultan, llevados por el entusiasmo y la mala baba, a partes iguales. «¡Tongo!», le acusan los fans de uno u otro concursante expulsado de Operación triunfo. «¡Tanga!», replica Rubira, irónico.

«Apoyar a alguien no implica necesariamente perder la capacidad de raciocinio», escribe mientras bloquea por doquier. Cuando
C. Tangana dijo en Salvados, el programa de Jordi Évole, que OT era «una pequeña trampa», Tinet le lanzó en Twitter uno de sus rayos fulminantes: «Entiendo que la gente que no tiene foco se añada a la crítica de OT, pero no concibo que artistas consagrados, con éxito, reputación y trayectoria
pierdan su tiempo con nosotros. Solo somos un programa de la tele. No jugamos en tu liga».

Rubira encajó la peor crítica del cantante Iván Ferreiro

El madrileño no fue el único de cantarle las cuarenta a Tinet Rubira.
Iván Ferreiro, histórico del pop español, dijo de OT: «Me parece una carnicería. Creo que
juegan con los sueños de unos chavales que el 90% va a tener una vida bastante miserable por culpa de lo que les prometen en el programa. Me parece una crueldad». Por el camino, llamó al director de Gestmusic «tonto» y a los profesores de la Academia «cantamañanas». Por lo pronto, en la edición que hoy termina se han matizado extremadamente las predicciones de triunfo y los mensajes motivadores que antaño estimulaban la competición.

En la edición de 2023 que ahora termina,
Operación Triunfo ha entrado en la era del mimo, a la altura tierna de la mal llamada generación de cristal. Como Gollum defendía su tesoro, así Rubira limpia, fija y da esplendor a OT, incluso rebajado su fiereza, tal es la
importancia reputacional de la gallina que pone los huevos más dorados de su corral. Tiene otras: también co-inventó ‘Tu cara me suena’ o ‘Tú sí que vales’. Quede patente su mayor mérito: devolver la música en directo a la televisión de gran audiencia, por al vía del ‘reality show’ y las ‘celebrities’.

Tinet Rubira en su primera etapa de presentador, en la década de los 90.

Tinet Rubira en su primera etapa de presentador, en la década de los 90. /

instagram

En realidad, la carrera de Tinet Rubira tiene todo que ver con la música. Periodista aunque
quiso ser veterinario rural, pasó de trabajar en la radio local a las grandes ligas. Le fichó, una vez llegó a TVE Cataluña, Joan Ramón Mainat, mítico personaje de la televisión fallecido en 2004 y creador del programa ‘Crónicas marcianas’ para Gestmusic, la productora creada por la Trinca (el trío cómico formado por
Josep María Mainat, Toni Cruz y Miquel Àngel Pascual) para hacer realidad sus programas de televisión.

En 1998, Mainat fichó a un jovencísimo Tinet Rubira como asesor musical y presentador del programa de música juvenil ‘Plastic’. Dos años después ya lo estaba dirigiendo. Vinieron otros programas, pero como Rubira no era un guapo convencional, su carrera delante de las cámaras se complicó conforme la tele comenzó a
reclamar belleza en cantidades industriales a sus presentadores. Rubira se recicló fácilmente a otro lado de las cámaras, pues tuvo la perspicacia de formarse en marketing, idiomas y otros tecnicismos de plató.

El secreto del éxito de Tinet Rubira está en su corazón

Hasta 2008, dirigió programas para Ana Rosa Quintana, concursos y programas musicales como ‘Operación Tony Manero’, ‘El número uno’ o ‘Uno de los nuestros’. Luego se marchó, probablemente porque se topó con un techo de cristal. No ha sido un ejecutivo aupado por el apellido o el ‘networking’ más infernal sino, más bien,
un picapedrero. Para 2011 ya tenía el peso suficiente como para dirigir Gestmusic. Se hizo público el Día de los Enamorados.

Según confesó a la Cadena Ser, no es el talento lo que explica su éxito como director de programas, sino una condición congénita que hace que jamás se ponga nervioso. El corazón de Tinet Rubira sufre un tipo de arritmia llamada bradicardia, o sea,
su corazón late más lento de lo normal. «Estoy siempre por debajo de 50 pulsaciones», desveló. «Nunca me pongo nervioso y no me gusta la gente que se pone nerviosa y corre. Con mi actitud debo marcar la pauta».

Sin duda, la niña de los ojos de Rubira es ‘Operación triunfo’: ha dirigido todas las ediciones del formato, desde la explosión de Bisbal, Bustamante y Rosa en 2001. No por romanticismo, pues su visión del programa no puede ser más
racional, fría y, digamos, calculadora. Así lo definió hace unas semanas en la revista ‘Panorama Audiovisual’:

«Operación Triunfo’, más allá de ser un gran ‘talent show’, renueva todo el ‘star system’ de este país. Es casi como un panel de marketing: expones a 16 artistas y el público decide al final de quién se enamora. De esta forma, sabes que el ganador, el finalista o los cinco primeros son artistas que se han ganado el corazón de un país, con lo cual ya tienes la
campaña de marketing y el ‘quality’ hecho». Más claro, imposible.

Rubira ha tenido un enfrentamiento público con Amaia

Con el corazón y la mente aplicada al negocio, a Tinet Rubira le ha debido de costar aceptar el progresivo empoderamiento de los aspirantes a artistas, aupados por la protección fiera que les ofrecen sus fans. Los
contratos leoninos de aquellas giras de los primeros OT, el trato diferenciado para las estrellas del programa y el frío descarte de los primeros expulsados o las maniobras para rentabilizar al máxima a las estrellas descubiertas han tenido que cesar.

Que sepamos, la última ‘triunfita’ en ponerle las cosas claras a Rubira fue Amaia, cuando se negó a que estrenara
un documental sobre su paso por el programa bastante tiempo después de que las luces de su edición se apagaran. El jefe de OT trató de hacer ver que a la cantante «le incomodaba» ser relacionada con el programa y esta tuvo que negar en Twitter tal
manipulación. Puede ser la única polémica en la que ha entrado la navarra en todos estos años.

Tinet Rubira y familia de vacaciones, en la única foto de todos que ha publicado en su perfil de Instagram.

Tinet Rubira y familia de vacaciones, en la única foto de todos que ha publicado en su perfil de Instagram. /

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El pasado noviembre,
una inspirada Chenoa hizo que Rubira admitiera que la vida privada de los concursantes en la Academia es la gasolina que utiliza para quemar la audiencia. «¿Cuando hacéis dúos lo manipuláis para que sucedan cosas?», le preguntó la ex ‘triunfita’ en una entrevista para el canal oficial de OT en YouTube. «No hay un guión», aclaró el director de todo, aunque sí puede hacer «que pasen cosas con las canciones y con
las asociaciones de concursantes». Está dicho: los fans, con sus carpetas, confeccionan el guión sentimental del programa.

La vida sentimental del propio Tinet está lista para sentencia desde hace décadas. Conoció a su mujer
Anna Freixas, hoy periodista de TV3, en 1987, en un casting que convocó Gestmusic. Tienen
tres hijos: María, Martí y Aschallew, nacido en Etiopía. María acaba de cumplir 30 y es ingeniera de canales, carreteras y puertos en un estudio de Sabadell. Martí vivió su pequeño momento de popularidad en ‘Operación triunfo 2017’, pues trabajó como recepcionista en la Academia, en calidad de auxiliar de producción de Gestmusic.

Su
tarea de portería fue un poco más allá debido a sus irónicas contestaciones y el carisma, celebradas por la audiencia del canal 24 horas del programa. «Cuatro años de carrera, cinco idiomas y aquí estoy, sirviendo calamares en OT», bromeaba Martí Rubira en uno de sus vídeos más virales. Evidentemente, de casta le viene al galgo.

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