El nuevo Ferrari F80 es la punta de lanza de la gama de vehículos de calle del fabricante italiano. Se trata de un hiperdeportivo híbrido de 1.200 CV que, sorpresivamente, no ha sido equipado con un motor V12 atmosférico como sí ofrecía su predecesor, el glorioso Ferrari LaFerrari.
Hace tan solo una semana, en Maranello revelaron uno de los coches más importantes del año: el sucesor del Ferrari LaFerrari. Se llama Ferrari F80 y es el vehículo de producción más potente de la marca. También pasa a ser la joya de la corona de la gama de productos del Cavallino Rampante, con una producción limitada a tan solo 799 unidades, a 3,6 millones de euros la unidad.
Todo en el nuevo F80 es impresionante. Ferrari ha puesto toda la carne en el asador para ofrecer uno de los hiperdeportivos más avanzados, prestacionales y exclusivos del mundo. Para lograrlo, los ingenieros de la marca han instalado un sistema de propulsión que deriva del Ferrari 296 GTB, lo que supone decir adiós al glorioso V12 atmosférico y, en su lugar, equipar un V6.
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Este detalle es uno de los que más controversia puede generar entre los fans de la marca. El motor en cuestión es un novedoso V6 con turbos eléctricos y 3.0 litros que, por sí solo, ya genera unos impresionantes 900 CV de potencia y tiene la capacidad de girar hasta las 9.200 rpm.
El bloque de gasolina está asociado a tres propulsores eléctricos, alimentados por una batería de litio de 2,3 kWh. Como resultado de esta asociación, tenemos un hiperdeportivo híbrido de tracción tota con una potencia de 1.200 CV que pasa de 0 a 100 km/h en 2,15 segundos y que registra una velocidad máxima de 350 km/h.
El porqué de la decisión de Ferrari de instalar un V6 en lugar de un V12 en el nuevo F80
La elección del motor no ha sido casual ni ha estado condicionado por ser equipar un sistema híbrido. De hecho, el LaFerrari ya ofrecía cierto grado de electrificación en su tren motriz, y la base de toda su ingeniería era un V12 de aspiración natural y 6.3 litros.
La decisión se tomó en base a un hypercar de carreras con el que Ferrari participa en el Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC), tal y como explican los compañeros de Top Gear.
El coche en cuestión es el Ferrari 499P, un prototipo híbrido que también hace uso de un motor V6 biturbo para competir en las diferentes pruebas del mundial de resistencia, donde se alzó con la victoria en el Centenario de las 24 Horas de Le Mans.
Al prescindir de un motor V12 en el F80, Ferrari limita el uso de estas exclusivas mecánicas de doce cilindros al nuevo Ferrari 12Cilindri y a la Serie Icona, formada por el SP1 monoposto, el SP2 biposto y el Ferrari SP3 Daytona, un coche inspirado en los prototipos de resistencia que competían en los años ’60 y ’70.
El hecho de que la marca italiana se haya decantado por un V6 en lugar de un V12 para propulsar al coche de calle más potente de su historia no es en realidad una mala noticia. De hecho, disponer de esta tecnología derivada del mundo de la competición le ha permitido desarrollar el F80, y todo hiperdeportivo de combustión es siempre bien recibido.
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Etiquetas: Hiperdeportivos
