El Renault 5 E-TECH es el eléctrico de moda. Ya lo hemos probado.

El panorama de los coches eléctricos está cambiando y los precios están bajando hasta niveles que hace nada eran casi impensables. El protagonista de esta prueba llega, además, con una imagen que provoca simpatía: saluda al nuevo Renault 5 de 150 CV completamente eléctrico.

Aparte de ser la versión más potente, está equipado con una batería de 52 kWh para homologar 410 km de autonomía WLTP, lo que no está nada mal. Por ejemplo, el Citroën ë-C3 (lee aquí la prueba) se conforma con 320 km, aunque también es bastante más barato.

Acabo de mencionar que he hecho alguna incursión urbana: exactamente por Mónaco. Pocas veces me han preguntado tanto por un coche. La reacción general siempre ha sido positiva, aunque algunos se lamentaban de que fuera solo eléctrico. 

Un turista alemán me decía que si le colocaran un motor pequeño de gasolina se hincharían a venderlo, para después hacerle una foto para mandársela a su hijo.

A este turista le expliqué que el nuevo Renault 5 E-TECH se basa en una plataforma completamente eléctrica creada por la división de eléctricos de la marca, Ampere. De hecho, se llama AmpR Small y es sobre la que se van a asentar otros modelos del grupo como el nuevo Renault 4 E-Tech o el futuro Twingo, ambos de baterías y grandes ejemplos de cómo utilizar una imagen retro para hacer algo chulo.

Un interior funcional y sencillo

Déjame que inicie la prueba desde la zona posterior. El maletero tiene 396 litros, lo que es un valor nada malo, aunque para meter algo dentro vas a tener que superar un umbral elevado y luego enfrentarte a un escalón de más de un palmo.

Podrás meter el equipaje de un fin de semana en el caso de que te apetezca viajar con él (aunque su velocidad de carga es de 100 kWh como mucho), aunque algo más cotidiano puede ser ir a la compra: te caben las bolsas de una semana sin problema.

En cuanto a las plazas traseras, el acceso está bien en cuanto a ángulo de apertura de la puerta, y también la postura. Algo peor es el hueco de acceso y el espacio interior porque no hay tanto espacio para las piernas como suele haber en los eléctricos que sacan partido de una batalla extendida.

Donde sí se está muy bien es en las plazas delanteras. Los asientos recuerdan a los de los modelos más deportivos, con unos pétalos que mejoran la sujeción corporal. En mullido es tirando a duro y el tamaño está bastante bien para recoger tanto los muslos como la espalda. 

El acompañante delantero va a disfrutar de bastante espacio para las piernas y en general hay buena sensación de desahogo gracias al diseño del salpicadero con la luna delantera muy alejada. 

Durante la prueba he disfrutado de la postura de conducción del Renault 5 eléctrico porque aparte del desahogo compartido con la plaza de la derecha, se llega sin problemas a la zona de controles, compuesto por una pantalla de 10 pulgadas común a todos los acabados con menús sencillos y fáciles de manejar y un panel físico para el climatizador.

Quizá te pueda parecer que las pantallas están muy altas, también la del cuadro de relojes (que puede ser de siete o de 10 pulgadas), pero lo cierto es que tampoco quitan visibilidad hacia adelante. Al menos, no tanta como el pilar A, que te va a restringir la visión un poco en diagonal.

Para terminar con el interior del Renault 5, me llama la atención que el volante es muy grande o, al menos, mucho más de lo que había imaginado. Pero tiene un grosor bueno y no te obliga a adoptar posiciones raras.

Conducción divertida y dinámica

Llega la parte divertida. La prueba la hago por las reviradas carreteras de los alrededores de Niza, donde me sorprende un set-up de suspensiones tirando a duro, aunque al ser la versión más potente en la marca francesa han querido darle un toque deportivo.

De hecho, en conducción general las sensaciones que te proporciona son ágiles y divertidas. La respuesta del acelerador es inmediata, sobre todo en Sport, donde te da la sensación de que tiene más potencia de la real. 

En Eco o Normal le puedes sacar todo el partido a las zonas urbanas con un consumo contenido cercano a la cifra oficial, sobre todo si activas el modo B. Estaría genial poder jugar con diferentes niveles de regeneración para retener, aunque a cambio en la marca aseguran que pronto llegará el e-Pedal vía actualización OTA. Por cierto, detalle curioso: en Renault han pensado que no es necesaria la posición P.

También está bien insonorizado y apenas escucharás sonidos de rodadura o del viento, lo que unido a una buena estabilidad lineal y una calidad de rodadura buena te genera una sensación de bienestar.

Pero todo eso se diluye un poco cuando sales a carretera abierta y te enfrentas a una zona de curvas. Para empezar, los neumáticos Continental EcoContact 6 están muy bien, pero no tienen ‘grip’ suficiente para permitirte subir el ritmo.

Si lo haces, vas a tener que pelear un poco con el coche, y además un ESP bastante intrusivo se va a meter de lleno como elefante en cacharrería: está bien porque al final lo controla todo, pero encuentro su funcionamiento es poco sutil…

Pero lo cierto es que en esta prueba, el Renault 5 eléctrico me ha mostrado que su mejor faceta es la de urbano divertido, simpático, tarea que cumple con nota.

Además, tiene un argumento más que interesante: los precios. El Renault 5 E-Tech llega como una bomba al sector de los coches eléctricos baratos («baratos» para cómo está la cosa, ya sabes) con un precio de partida de 24.900 euros para la versión de 95 CV con batería pequeña, aunque de este se van a vender pocos, entre otra cosas, porque no tiene posibilidad de carga rápida (en serio).

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Etiquetas: coches deportivos eléctricos, Coches urbanos

Valoración

Es un eléctrico muy divertido de ver y de conducir, al menos si no quieres subir el ritmo, algo que tampoco te va a pedir a gritos (lo que me hace pensar que las versiones de 95 y 120 CV a lo mejor son más interesantes). Si te lo tomas con tranquilidad, disfrutarás de una gran calidad de rodadura y de un manejo sencillo que te acaba enganchando.