Con 4,14 metros, el T-Cross no es mucho más largo que un Volkswagen Polo, pero es considerablemente más caro. Ahora, los de Wolfsburgo le han dado una actualización. ¿Vale la pena el sobreprecio?
Modificar un superventas es algo que cualquier empresa debe hacer con cuidado. ¿Por qué cambiar mucho si el modelo se vende bien? Casi siempre puede salir peor. Con cerca de 30.000 vehículos nuevos matriculados en 2023, al Volkswagen T-Cross solo le faltan unos 5.000 ejemplares para alcanzar a su hermano, el Volkswagen Polo.
Diseño
Delante, el SUV de Volkswagen ahora viene de serie con luces LED, e incluso con tecnología de matricial como opción adicional. A diferencia del Polo, el T-Cross ofrece una luz extra para las curvas.
Quien se sube al T-Cross, inicialmente no nota nada especial. Solo se pueden ver las novedades si se busca bien. En los paneles de las puertas y en la parte superior del salpicadero, Volkswagen ha mejorado el tacto y ha utilizado más materiales blandos, respondiendo así a las críticas sobre el exceso de plástico rígido.
Un nuevo navegador de 9,2 pulgadas ofrece más superficie de pantalla, pero obliga a prescindir de un botón físico para el volumen. Sin embargo, este se puede ajustar rápidamente a través del interruptor basculante en la parte izquierda del volante.
Gran capacidad de carga
Una característica práctica, aunque ya conocida: el asiento del acompañante plegable, que permite transportar objetos de hasta 2,40 metros de largo. Dependiendo de la posición del asiento trasero deslizante, el maletero puede albergar entre 385 o 455 litros, ampliable hasta 1.281 litros (con dos asientos).
Los laterales de los asientos en la versión R-Line, que no ofrecen mucho soporte, parecen estar diseñados para una mejor accesibilidad antes que para una buena sujeción lateral.
Motor
Bajo el capó del coche de prueba se encuentra un 1.5 TSI con 150 CV y cambio DSG, el motor más potente por el momento. El modo de navegación a vela y la opción de desconectar dos cilindros a bajas revoluciones están planteados para ahorrar combustible.
En la práctica, ambas medidas, junto con las dos últimas marchas largas de las siete disponibles, funcionan bien en conjunto. Sin embargo, el T-Cross solo es realmente económico en recorridos tranquilos sin mucho tráfico, logrando cifras cercanas a los 5 litros por cada 100 km en el ordenador de a bordo. En la ciudad, el consumo suele rondar los 8 litros. En nuestra prueba mixta, el T-Cross consumió 6,6 litros a los 100 kilómetros.
Comportamiento
Cabe destacar que los 150 CV también se sienten bastante rápidos. En 8,5 segundos alcanza los 100 km/h y continúa hasta llegar a una velocidad el doble de alta.
Sin embargo, la suspensión, que de por sí es bastante firme, no se beneficia de las nuevas ruedas de 18 pulgadas; recomendamos una talla más pequeña.
Factores para decidir la compra
El Volkswagen T-Cross tiene una amplia clientela a la que debe satisfacer: desde familias jóvenes con niños hasta personas mayores que desean una entrada cómoda y un manejo intuitivo. El SUV logra todo esto, y su versatilidad es un punto positivo. Sin embargo, el T-Cross también se encuentra entre los modelos más caros de su categoría.
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Etiquetas: SUV pequeño
Lo mejor
Acabados mejorados, nuevo sistema multimedia, respuesta del motor, interior práctico.
Lo peor
Suspensión algo dura, precio elevado.