Bárbara Martelo, en una imagen de sus redes. /
@barbaramartelo
La llaman ‘
la Olivia Palermo española
‘ pero lo cierto es que la estilista y consultora de moda
Bárbara Martelo no necesita ya referencias para situarse como uno de los personajes más destacados y cotizados de nuestra moda. Un mundo al que llegó prácticamente por casualidad, ya que se licenció en derecho en ICADE y trabajó durante un tiempo en el departamento legal de Inditex. Pero un consejo del
mismísimo Amancio Ortega
selló su futuro:
«Si no quieres ser miserable el resto de tu vida, persigue tu sueño».
Dicho y hecho,
Bárbara Martelo
persiguió ese sueño. Hija del reconocido cirujano plástico José Martelo, se crio en A Coruña, donde ya de muy joven
sentía pasión por la moda. «Mi madre compraba las revistas de moda y las veíamos de pequeña juntas. Me encantaba que me llevase con ella cuando iba a las tiendas y aunque era muy pequeña ya opinaba sobre todo», confesaba en una entrevista en ‘La voz de Galicia’.
Recuperando esa pasión infantil, dejó atrás el derecho para comenzar a colaborar como estilista en revistas de moda. Pero pronto decidió establecerse por su cuenta, trabajando desde 2007 para las más importantes publicaciones tanto españolas como en el extranjero.
Y no le va nada mal. Se ha convertido en toda una figura a imitar en cuanto a
looks de street style
, es habitual del front row’en los desfiles más importantes y sus fans le piden fotos en las semanas de la moda de París o Milán.
Scott Schuman, el fotógrafo conocido como The Sartorialist
, también la ha convertido en una de sus musas.
Convertida en icono de la moda
Pese a que es
adorada por los grandes diseñadores al igual que por su fiel ejército de fans en las redes sociales, a Bárbara Martelo le ha costado asumir que se ha convertido en un icono de la moda. «Al principio me chocaba que me fotografiasen por la calle, porque
siempre me he vestido para mí«, confesaba en una entrevista el año pasado con ‘Vanity Fair’ en la que se fotografiaba por primera vez junto a
su hija Constanza.
Bárbara Martelo, en una imagen de sus redes. /
@barbaramartelo
Ella es fruto de su relación con
el financiero Álvaro Hachuel, actualmente jefe de desarrollo de oportunidades y alianzas estratégicas en el grupo Quantum. Además, es uno de los hijos del banquero y coleccionista de arte
Jacques Hachuel, conocido entre otros sobrenombres como el ‘millonario rojo’. A punto de celebrar su vigésimo aniversario de boda, su sólida historia de amor comenzó de forma impulsiva, ya que solo llevaba tres meses saliendo con su entonces novio antes de que este le propusiera matrimonio. Para su gran día le pidió a
John Galliano
que le creara un vestido a medida.
Bárbara Martelo, en una imagen de sus redes. /
@barbaramartelo
Discreta en cuanto su vida personal, y descrita por quienes la conocen bien como de
trato amable y exquisitos modales, su hija y su marido apenas se asoman a un muro de Instagram que es toda una oda al buen vestir, a las últimas tendencias y al lujo minimalista. Su secreto, en sus propias palabras, es «combinar prendas importantes con otras más informales,
combinando realidad y pasarela«.
La apasionante vida de su suegro, Jacques Hachuel
Aunque la ajetreada vida de Bárbara Martelo, a caballo entre Madrid y sus dos ciudades favoritas en el mundo,
París y Nueva York, pueda parecer impresionante, lo cierro es que palidece ante las vicisitudes vitales de su suegro,
el multimillonario comunista Jacques Hachuel. Nacido en 1929 en la villa internacional de Tánger de padre argentino y madre española, ha sido financiero, coleccionista de arte contemporáneo y mecenas cultural.
Jacques Hachuel en una imagen de archivo. /
gtres
Pero más allá de ese magro currículum, por citar algunos de los momentos más destacados de uno de los nombres más importantes de la Movida madrileña, se cuenta que fue
asesor comercial del Che Guevara, que negoció con Sadam Husein, que fue anfitrión de Andy Warhol, buen amigo de Mario Conde y hasta productor de las primeras
películas de Pedro Almodóvar
.
Descrito por Luis María Anson como «
un hombre cabal, un judío generoso, un intelectual que ama la música y entiende como nadie de pintura«, él mismo resumía su biografía en una entrevista para la revista ‘Magacine’ diciendo que »en mi vida se han cruzado personas y circunstancias extraordinarias. Me siento un privilegiado.
Pero todo ha ocurrido por pura casualidad. Mis padres hubiesen querido ver en mí a un investigador, un pianista notorio, un hombre de reconocimiento internacional… y en todo eso he sido un fracasado. Por el contrario, me convertí en un mercader«.