La DGT ha advertido del peligro de plegar los retrovisores después de apartar: puede suponer una multa de hasta 200 euros.
Los meses de verano recogen el mayor número de desplazamientos por carretera diarios de todo el año junto con las operaciones especiales de Navidad y Semana Santa. La Dirección General de Tráfico (DGT) estimó que se producirían más de 8 millones de desplazamientos solo durante el puente de agosto en el país, pero podría ser más ya que solo en Madrid salieron 1 millón y medio de personas.
Los conductores revisan los aspectos esenciales del vehículo antes de salir de viaje: la presión y el estado de los neumáticos, los frenos o las luces son los más populares. Un aspecto que se olvida a menudo es la posición de los retrovisores, que se puede convertir en un factor de riesgo en la carretera.
Los retrovisores son esenciales para tener una visión general de la carretera y de los vehículos alrededor, aunque algunas personas se olvidan de utilizarlos. Lo más habitual es un despiste después de aparcar, pero la DGT ha alertado que puede ser un motivo de multa.
Los conductores suelen plegar los retrovisores después de aparcar, sobre todo si lo hacen en una calle estrecha y temen que puedan golpearlos otros vehículos. Los modelos más modernos los plegarán automáticamente al presionar el botón de cerrar el coche con la llave, aunque también se abrirán cuando entres al vehículo.
La DGT ha advertido que no desplegar los retrovisores antes de conducir puede generar serios problemas de seguridad al volante. Si no miras por los espejos, no podrás detectar si un vehículo intenta adelantarte o si se acerca demasiado rápido por detrás.
Abrir los retrovisores cuando ya estás conduciendo tampoco es la alternativa más segura. Desde Tráfico recomiendan aparcar en lugares más anchos para evitar que otro coche pueda darse un golpe, especialmente si eres propenso a olvidar abrirlos al entrar al coche.
¿Se puede conducir sin retrovisores?
La mayoría de los vehículos salen de fábrica con tres espejos (uno a cada lado del vehículo y uno en el interior) y muy pocos prescindirán de alguno de ellos. En el caso tan extraño de que te encuentres con uno de estos coches, la DGT podría multarte si no cumples unos requisitos mínimos.
El Reglamento General de Vehículos expone que los turismos con una capacidad máxima de nueve personas están obligados a tener dos espejos retrovisores: uno en el lado izquierdo y otro en el interior. El derecho se incluye en prácticamente el 100% de los vehículos, pero no es obligatorio excepto si el espejo interior no se puede utilizar.
Las caravanas, autocaravanas, vehículos con remolque y autobuses deben tener el espejo izquierdo y el derecho debido a la falta de visibilidad con el espejo interior. Algunos modelos incluso deben instalar los espejos ampliatorios.
La Guardia Civil puede detener a un vehículo sin uno de los espejos reglamentarios o si se encuentra en mal estado y sancionará al conductor con una multa de 200 euros, 100 euros por pronto pago. La multa también se aplica a los conductores que han sustituido los retrovisores de serie por otros ya que se trata de una reforma de la carrocería que debe cumplir con los trámites de homologación.
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Etiquetas: Multas de tráfico, DGT
