La princesa Mette-Marit. /
CASA REAL noruega
La princesa heredera
Mette-Marit muestra la mejor de sus sonrisas en el retrato que las redes sociales de la casa real noruega han usado para
felicitarla por los 51 años que cumple hoy. Sin embargo, esta nueva vuelta al sol ha sido aciaga para la royal, con los ecos todavía resonando de la detención por
agresión de su hijo mayor, Marius Borg. «El pasado fin de semana ocurrió algo que nunca debería haber sucedido. Cometí una agresión en un piso y destruí objetos en estado de embriaguez con
alcohol y cocaína tras una discusión«, declaraba el joven de 27 años.
Mientras tanto,
nuevos y desagradables detalles se van sumando a este caso que el propio príncipe Haakon ha descrito como «un asunto serio». Tras la polémica
visita de Mette-Marit a la víctima, algo que no ha sentado bien en su país, los medios noruegos han sacado a la luz que su primogénito se relacionaba con delincuentes convictos, algunos de ellos vinculados a la
mafia y a los Ángeles del Infierno.
Impactantes también han sido las declaraciones de una de las antiguas novias de Marius,
Julianna, a través de sus redes sociales. Tras reconocer que estos últimos días habían sido «extraños y dolorosos» para ella, confesaba que «anteriormente he sido objeto de
violencia psicológica y física por parte de la persona en cuestión«, en referencia al hijo de la princesa, añadiendo que esa experiencia le resultó »brutal«.
El hecho de que también se hayan filtrado unas grabaciones en las que
Marius Borg aparece amenazando gravemente a su víctima con destrozar sus pertenencias, empeora si cabe la situación para el joven. Y también provoca que su madre tenga, imaginamos, pocas ganas de celebrar con una gran fiesta hoy su cumpleaños. Sin embargo,
no todo huele a podrido en este caso en Noruega.
Mette-Marit: su gran cambio de vida y el amor de sus compatriotas
«Cuando cumples 50 años, te das cuenta de que la vida no es interminable», aseguraba hace un año Mette-Marit a la revista noruega ‘D2’ en una poco habitual entrevista. «Pero esta edad también tiene algo muy bueno. Hay una sensación de seguridad. Me preocupa mucho menos lo que la gente piense de mí. Ahora hay otras cosas más importantes».
Mette-Marit y Haakon con su hija Ingrid. /
GTRES
Lo cierto es que esa opinión de la gente sobre la princesa ha cambiado de forma radical desde que
Haakon y ella se conocieran en el verano de 1999 en un concierto de rock en Kristiansand, su ciudad natal. En diciembre de ese año, el periódico ‘Dagbladet’ informaba de que el futuro rey estaba
«enamorado de una madre soltera». Él reconoció públicamente su relación en mayo de 2000 y fueron fotografiados juntos por primera vez en el mismo festival de rock al año siguiente. Empezaron a vivir juntos y su compromiso se anunció el 1 de diciembre de 2000.
Pero la pareja debió sufrir el acoso constante de la prensa por
el tumultuoso pasado de Mette-Marit, drogas y fiestas salvajes incluidas. El consenso general la declaró no apta para asumir el papel de reina algún día. Sin embargo, Haakon se negó a romper con ella y sus padres, el rey Harald y la reina Sonia, respetaron su decisión. Mette-Marit contó entre lágrimas que
su rebeldía juvenil había sido «mucho más fuerte que la de muchos otros» y admitió que se había «pasado de la raya».
Mette-Marit y su hijo, Marius Borg. /
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Ahora, años después, ha sido ampliamente aceptada como princesa heredera de Noruega y
su popularidad está disparada en su país. También se ha ganado los corazones de sus compatriotas promoviendo buenas causas como el espíritu emprendedor, la sostenibilidad o la salud mental de los jóvenes, «porque yo misma experimenté desafíos cuando era joven, cuando luchaba por encontrar un punto de apoyo en mi propia vida».
Una mejoría en su salud, una familia unida y proyectos de futuro
Más allá de los problemas que le ha causado y sigue causando su díscolo hijo mayor, el resto de la vida familiar de Mette-Marit nos ofrece una imagen de postal. Con Haakon forma uno de los matrimonios reales más sólidos y
sus hijos Ingrid y Sverre Magnus son la viva imagen de una monarquía moderna y sin reproches.
Otro punto a su favor es que, pese a la enfermedad crónica que sufre, la princesa parece gozar ahora de un buen estado de salud. En 2018 le fue
diagnosticada una fibrosis pulmonar, que la ha obligado en ocasiones a reducir sus actividades oficiales y a tomarse incluso largos periodos de descanso.
Mette-Marit y su tren literario. /
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Sincera sobre esta afección, ya antes de su diagnóstico, Mette-Marit admitió tener «problemas de salud de forma regular». En una ocasión se vio obligada a cancelar un compromiso debido a los vértigos que sufría y confesó a una emisora de radio noruega: «Giré la cabeza rápidamente y fue como si el mundo entero comenzara a moverse.
Empecé a sudar y sentí náuseas. Pensé que había comenzado la menopausia precoz«.
Pero a lo largo de 2024 ha aparentado una gran fortaleza en todas sus apariciones en público y esto le ha permitido recuperar
uno de sus proyectos más queridos, que surge de su gran afición por la lectura. El pasado mes de mayo la veíamos embarcarse de nuevo en
su tradicional viaje literario en tren, que realiza desde 2014 con la ayuda de los Ferrocarriles Estatales de Noruega y la Biblioteca Pública de Oslo.
