En España hay más de 8.000 pueblos, de mayor o menor tamaño, de índole costera, de interior… pero hay algunos de ellos cuyos nombres son verdaderos trabalenguas. Los topónimos suelen tener su origen en los idiomas que hablaban los primeros habitantes de una región, aportando un mapa lingüístico de los asentamientos y las migraciones. Pero, ¿qué lleva a que un pueblo o ciudad tenga un nombre tan sumamente largo e incluso a veces difícil de pronunciar de un ‘tirón’? Pues varios factores influyen en la denominación de los lugares, incluida la geografía, los acontecimientos históricos y las prácticas culturales. Hay que tener en cuenta que, a medida que evolucionan los idiomas, también lo hacen los nombres de los lugares.
Es un paraíso natural
¿Y cuál es el municipio con el nombre más extenso de España? Se trata de Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago, que tiene siete palabras y 37 letras si no contamos los espacios entre las palabras. Este pueblo se encuentra a 80 kilómetros del centro de Madrid y en él viven más de 360 habitantes en unos 24 kilómetros cuadrados.
Tal y como sugiere el nombre de esta localidad, nació a partir de la fusión de dos localidades independientes: por un lado, Gargantilla del Lozoya, que fue fundada por vecinos que se marcharon de una población próxima llamada Garganta de los Montes y Pinilla de Buitrago que corrió una historia parecida a Gargantilla del Lozoya.
¿Desde cuándo son uno?
Desde mediados del siglo XIX aunque el topónimo no se modificó oficialmente hasta 2001. Hasta esa fecha, el pueblo era conocido simplemente como Gargantilla y luego, Gargantilla del Lozoya (aprovechando su cercanía a este río). La actualización incluyó las dos localidades originales. Curiosamente, el gentilicio sigue siendo gargantillense.
Esta región se caracteriza por sus impresionantes paisajes naturales, que incluyen colinas onduladas, bosques densos y ríos prístinos. Por ejemplo, el río Lozoya es el alma de la región y en él se puede pescar, practicar kayak y hacer picnics junto al río. Sus aguas transparentes y sus orillas lo convierten en un lugar popular para los amantes de la naturaleza. Tampoco nos podemos olvidar del Parque Nacional Sierra de Guadarrama que se encuentra a poca distancia de Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago y cuenta con una flora y fauna diversa, rutas de senderismo y vistas impresionantes, lo que lo convierte en un destino perfecto para los amantes de las actividades al aire libre.
No es el único. Hay otros con cifras de récord, como Villarcayo de Merindad de Castilla la Vieja (en Burgos) que tiene 33 letras si no se cuentan los espacios entre las siete palabras de su nombre. A esta nomenclatura le siguen otros pueblos como Cruilles Monells i Sant Sadurní de l’Heura ubicado en Girona que tiene 36 letras y que se formó en el año 1974 con la unión de los municipios de Cruilles, Monells y San Sadurní.
Y no podemos olvidarnos del lugar con el nombre más largo de Europa y el quinto más largo del mundo: Azpilicuetagaraycosaroyarenberecolarrea, un barrio de Baztán de una sola palabra y nada menos que 39 caracteres. Enclavado en la pintoresca región de Navarra, en el valle del Baztán en la Merindad de Pamplona, nos encontramos un pequeño rincón navarro de unas 20-25 casas distribuidas en cuatro barrios, Urrasun, Arribiltoa, Zuastoi y Apaioa y cuyo nombre es una maravilla lingüística. De hecho, por ser más prácticos, se usa solo Azpilcueta. Allí viven menos de 200 habitantes.
Pero no es el único con un nombre de récord. Otros pueblos como Vandellòs i l’Hospitalet de l’Infant en Tarragona, Montejo de la Vega de la Serrezuela en Segovia,Villanueva del Rebollar de la Sierra en Teruel, Colinas del Campo de Martín Moro Toledano en León, San Martín de la Virgen de Moncayo en Zaragoza o Santa María de Guía de Gran Canaria en Las Palmas, también encajan perfectamente en esta lista.
El pueblo con el nombre más largo del mundo
El título del pueblo con el nombre más largo del mundo lo ostenta Llanfairpwllgwyngyllgogerychwyrndrobwllllantysiliogogogoch, una pequeña localidad situada en la isla de Anglesey, al norte de Gales y que cuenta con unos 3.000 habitantes. Su nombre no es solo un trabalenguas de 58 letras (que suele abreviarse en Llanfairpwll), sino un testimonio de la lengua, la historia y la identidad cultural galesas. Significa “Iglesia de Santa María en el hueco del avellano blanco cerca de un torbellino rápido y la iglesia de San Tisilio cerca de la gruta roja”. El nombre fue elegido en la década de 1860 por el consejo del pueblo, principalmente con el objetivo de ostentar el título de la estación ferroviaria con el nombre más largo en Gran Bretaña. Si quieres visitarlo, se puede llegar fácilmente al pueblo a través del puente Britannia, que conecta Anglesey con el continente.
Referencias:
- Revista de Filología Española
- Atlas digital de las áreas urbanas de España
- Toponimia de España – Toponomástica en España From the book Toponimia de España Dieter Kremer https://doi.org/10.1515/9783110233490.5