La memoria humana es fascinante y compleja, una capacidad fundamental que define nuestras vidas cotidianas. Por ello, comprender cómo recordamos y olvidamos ha sido una de las grandes preguntas de la psicología y la ciencia en las últimas décadas.
El psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus (1850-1909) fue un pionero en este campo, realizando el primer estudio sistemático del aprendizaje y la memoria. Sus descubrimientos, incluyendo la famosa curva del olvido, presentan una perspectiva interesante sobre este asunto.
Ebbinghaus y la memoria
En el siglo XIX, Hermann Ebbinghaus decidió explorar los misterios de la memoria a través de un riguroso enfoque científico. Hasta entonces, filósofos como John Locke y David Hume habían sugerido que la memoria se basaba en la asociación de ideas y experiencias. Ebbinghaus quiso poner a prueba estas teorías y establecer si la memoria seguía patrones verificables. Para ello, se embarcó en un largo y agotador experimento utilizando como único sujeto a sí mismo.
Para eliminar la influencia de las asociaciones previas en su memoria, Ebbinghaus creó 2.300 “sílabas sin sentido”, compuestas por combinaciones de consonante-vocal-consonante. Estas sílabas no tenían significado intrínseco, lo que permitía estudiar la memoria de manera pura, sin interferencias de conocimientos previos. Ebbinghaus agrupó estas sílabas en listas y procedió a memorizarlas meticulosamente.
Ebbinghaus desarrolló un método sistemático para memorizar las listas de sílabas sin sentido. Leía cada lista, deteniéndose una fracción de segundo en cada sílaba, y hacía una pausa de 15 segundos antes de pasar a la siguiente lista. Repetía este proceso hasta que podía recitar cada lista completa con rapidez y sin errores. Además, experimentó con listas de diferentes longitudes y con distintos intervalos de aprendizaje, anotando el tiempo necesario tanto para aprender como para olvidar.
Hallazgos revolucionarios
Así, los resultados de los experimentos de Ebbinghaus fueron reveladores y establecieron varios principios fundamentales sobre la memoria humana.
Por una parte, Ebbinghaus descubrió que la memoria humana es significativamente más eficiente cuando se trata de material con sentido. Comparando su capacidad para recordar un poema con su capacidad para recordar las listas de sílabas sin sentido, encontró que podía memorizar el material con sentido diez veces más fácilmente. Esto puso de manifiesto la importancia del significado y la asociación en la retención de información.
Además, otro hallazgo importante fue la eficacia de las repeticiones en la memorización. Ebbinghaus observó que cuantas más veces se repetían las sílabas, menos tiempo se necesitaba para memorizarlas. Sin embargo, también notó que las primeras repeticiones eran las más efectivas, indicando que la memorización sigue un patrón de eficiencia decreciente con el aumento de las repeticiones.
La curva del olvido
Sin embargo, el aspecto más famoso de los estudios de Ebbinghaus es su investigación sobre el olvido. Ebbinghaus descubrió que el olvido ocurre rápidamente poco después del aprendizaje, con una notable disminución de la retención en las primeras horas. Descubrió que después de una hora se olvida aproximadamente el 56 % de la información, y después de nueve horas, se ha olvidado alrededor del 60 %. Después de 24 horas, se ha olvidado aproximadamente dos tercios de lo aprendido.
Ebbinghaus representó estos hallazgos en un gráfico conocido como la “curva del olvido”. Esta curva muestra una caída inicial pronunciada en la retención de la memoria, seguida de una pendiente más gradual. La curva del olvido ilustra cómo la memoria se deteriora rápidamente al principio, pero luego la tasa de olvido se desacelera con el tiempo.
Los hallazgos de Hermann Ebbinghaus no solo inauguraron un nuevo campo de investigación, sino que también ayudaron a establecer la psicología como una disciplina científica rigurosa. Su enfoque metodológico y sus descubrimientos siguen siendo fundamentales en la experimentación psicológica moderna.
La curva del olvido de Ebbinghaus ha influido en diversas áreas, desde la educación hasta la neurociencia, proporcionando una base para técnicas como la repetición espaciada, que se utilizan para mejorar la retención de la memoria.
Hoy en día, los principios descubiertos por Ebbinghaus son aplicados en diversas áreas. En la educación, por ejemplo, se utiliza la repetición espaciada para ayudar a los estudiantes a retener información a largo plazo. Esta técnica implica revisar el material aprendido en intervalos crecientes, reforzando la memoria y contrarrestando el efecto del olvido.
En el campo de la neurociencia, los estudios de Ebbinghaus han inspirado investigaciones sobre los mecanismos biológicos del olvido y la consolidación de la memoria. Los científicos continúan explorando cómo el cerebro almacena y recupera información, basándose en los principios establecidos por este académico.
Referencias:
- Ebbinghaus, H. ‘La memoria: Principios de psicología’. Editions L’Harmattan (2011)
- Ballesteros Jiménez, S. ‘Psicología de la memoria. Estructura, procesos, sistemas’ UNED (2014)
- VV.AA. ‘El libro de… Psicología’. Ediciones Akal (2012)