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viernes, febrero 7, 2025

La catedral más grande del mundo podría acoger en su interior a una ciudad de 45000 habitantes

Descubre la catedral de mayores dimensiones del mundo. Está dedicada a la devoción mariana y no se encuentra en Europa.

La catedral más grande del mundo

Basílica-catedral de Nuestra Señora Aparecida. Fuente: Valter Campanato/Wikimedia


– Exterior de Nuestra Señora Aparecida

Erica Couto


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La monumentalidad arquitectónica de la basílica de San Pedro en Roma podría inducirnos a pensar que se trata de la catedral más grande del mundo. Al fin y al cabo, se encuentra en el Vaticano, el centro de la espiritualidad católica. Sin embargo, tal título lo posee la basílica brasileña de Nuestra Señora Aparecida  y no tanto porque sus gigantescas dimensiones superen las de San Pedro, sino porque, en esta discusión por el primado, el concepto de “catedral” tiene la clave.

¿Qué es una catedral?

Una catedral es, por definición, la iglesia principal de una diócesis y el lugar donde se encuentra la cátedra episcopal, es decir, el asiento del obispo. Este elemento simbólico representa la autoridad del obispo como sucesor de los apóstoles y su papel como guía espiritual de la comunidad. Las catedrales, más allá de su función administrativa, son espacios de reunión litúrgica y de celebración de sacramentos importantes, como las ordenaciones episcopales y las misas solemnes diocesanas.

En términos históricos, las catedrales emergieron durante el medievo europeo, del que son las edificaciones religiosas más destacadas. Ejemplos notables incluyen la catedral de Notre Dame en París, la catedral inglesa de Canterbury y la catedral de Santiago de Compostela. Estas edificaciones no solo tenían un propósito espiritual, sino que también operaban como centros educativos, culturales y políticos de sus comunidades.

Cátedra episcopal
Cátedra episcopal en San Juan de Letrán, Roma. Fuente: Sailko/Wikimedia

Diferencias entre una catedral y una basílica

Es habitual y comprensible que confundamos una catedral con una basílica y viceversa.  Se explica por la importancia y magnitud que comparten ambas estructuras. Sin embargo, hay distinciones claras. La catedral, como ya se ha señalado, es la iglesia principal de una diócesis y se vincula directamente con la figura del obispo. Una basílica, por su parte, responde a un título honorífico que el Papa otorga a determinadas iglesias relevantes por su historia, su importancia espiritual o su arquitectura.

Las basílicas se clasifican en mayores y menores. Las basílicas mayores, como San Pedro en el Vaticano o San Juan de Letrán en Roma, tienen una relación directa con el Papa. Las menores, aunque más numerosas, también gozan de un estatus elevado en la jerarquía eclesiástica. Curiosamente, una iglesia puede ser al mismo tiempo catedral y basílica, como es el caso de Nuestra Señora Aparecida, la catedral más grande del mundo.

Recreación fantasiosa del interior de una catedral. Fuente: Microsoft Designer/Erica Couto

San Pedro de Roma: por qué el mayor templo cristiano no es una catedral

La basílica de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano, es el templo cristiano más grande del mundo. Posee una superficie aproximada de 22000 metros cuadrados y un aforo que ronda las 60000 personas.

Se erigió en el sitio donde, según la tradición, recibió sepultura el apóstol Pedro, quien se considera el primer Papa. La edificación de la basílica comenzó en 1506 bajo la dirección del arquitecto Donato Bramante y solo se completaría en la centuria siguiente. Este templo es un ejemplo sobresaliente del Renacimiento italiano, con su icónica cúpula diseñada por Miguel Ángel que domina el paisaje urbano de Roma con su altura de 136 metros.

El interior de San Pedro es igualmente majestuoso. Además de sus frescos, decoraciones de mármol y mosaicos, destaca por albergar las esculturas de artistas como Bernini y Michelangelo. Con todo, no es una catedral, ya que la sede oficial del obispo de Roma se encuentra en la Archibasílica de San Juan de Letrán. A pesar de no ser catedral, su relevancia para la cristiandad es evidente.

La basílica-catedral de Nuestra Señora Aparecida

La historia de su construcción

Nuestra Señora Aparecida se emplaza en Aparecida, São Paulo, Brasil. Su génesis se remonta a 1717, cuando tres pescadores encontraron una pequeña imagen de la Virgen María en el río Paraíba. Este hallazgo se consideró milagroso y marcó el inicio de un culto mariano que creció con rapidez hasta convertirse en un elemento vertebrador de la fe en Brasil.

La creciente devoción propició que se construyese una iglesia en 1745. Pronto se hizo evidente que el templo resultaba demasiado pequeño para acoger a los numerosos peregrinos que acudían en masa. Así, en 1955 dio comienzo la edificación de la basílica actual, bajo la dirección del arquitecto Benedito Calixto de Jesus Neto. Con planta en forma de cruz griega, su estructura ejemplifica el monumentalismo religioso, un reflejo del fervor de un país que, aunque de mayoría católica, se caracteriza por una creciente pluralidad religiosa.

Basílica-catedral de Nuestra Señora Aparecida
Interior de la catedral de Nuestra Señora Aparecida, Brasil. Fuente: Mike Peel/Wikimedia

La arquitectura de la catedral más grande del mundo

La basílica de Nuestra Señora Aparecida tiene una extensión de aproximadamente 18000 metros cuadrados y capacidad para acoger a 45000 personas. Su diseño en cruz griega permite una distribución equitativa del espacio, de manera que, en cada uno de sus brazos, se emplazan capillas, altares secundarios y áreas para los devotos.

La cúpula central, de 70 metros de altura y 78 metros de diámetro, domina el edificio. Está decorada con mosaicos que representan tanto escenas bíblicas como episodios de la vida de la Virgen María. La torre del reloj, que se eleva a 100 metros, es otro elemento distintivo. Puede verse desde la lejanía y simboliza la trascendencia del tiempo en la fe cristiana.

La decoración interior conjuga elementos tradicionales de la imaginería cristiana con detalles modernos, como vitrales que narran episodios evangélicos y mosaicos que celebran la devoción mariana brasileña. La nave central y los altares, además, se diseñaron diseñados para enfatizar tanto la solemnidad litúrgica como la unidad entre los fieles.

Nuestra Señora Aparecida
La decoración se inspira en los Evangelios y en la vida de María. Fuente: Mike Peel/Wikimedia

¿Cuándo se le concedió a Nuestra Señora Aparecida el título de catedral?

Nuestra Señora Aparecida se concibió como iglesia. A posteriori, recibió el reconocimiento de basílica menor en 1908 de manos del Papa Pío X. ¿Cuándo se convirtió, entonces, en catedral?

En 2016, el Papa Francisco le otorgó a Nuestra Señora Aparecida el título de catedral. Se reconocía, de este modo, su papel central en la vida espiritual y cultural de Brasil. Con esta designación, la basílica pasó a ser conocida como Catedral Metropolitana de Nossa Senhora Aparecida. Se fundía así, ya de manera oficial, su rol como centro administrativo de la diócesis con su importancia espiritual para la cristiandad sudamericana.

Referencias

  • Godoy, Adriano. 2023. “Uma basílica grande e bela como o Brasil: a fabricação de um catolicismo monumental”. Revista antropolítica, 55(1): 1-29. DOI: 10.22409/antropolitica2023.i1.a53455.

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