En 2020,
Meghan Markle
y el príncipe Harry se trasladaron a California,
dejando atrás Reino Unido. Todo indicaba que no tenían intención de regresar a Europa más allá de por motivos laborales o situaciones excepcionales, como la enfermedad de Carlos III.
Sin embargo, según una exclusiva del Daily Mail, los duques de Sussex han adquirido
una propiedad en Portugal, muy cerca de la residencia de l
a princesa Eugenia,
lo que podría convertirse en su nueva base en Europa.
Tal y como relata el periodista Richard Eden, el año pasado los duques de Sussex disfrutaron de «unas románticas vacaciones de tres noches» en Melides,
una localidad en la costa de Comporta, donde también pasan tiempo la princesa Eugenia y su marido, con quienes comparten una estrecha relación. De hecho, Eugenia y Jack son los únicos de la familia que han visitado a la pareja en California y siguen especialmente unidos a ellos.
La pareja quedó enamorada de la zona y ahora han decidido adquirir su propia casa en el c
omplejo de lujo Costa Terra Golf and Ocean Club, que cuenta con 300 propiedades junto al mar en Melides, al sur de la capital portuguesa, Lisboa.
Además,
Jack Brooksbank, el marido de la princesa Eugenia, trabaja en el departamento de Marketing y Ventas del complejo, y su relación con Meghan y Harry es estrecha, lo que podría haber ayudado a que los duques de Sussex tomaran esta decisión.
¿Una próxima vuelta a Europa?
Con esta nueva compra, Harry y Meghan vuelven a tener una residencia fija en Europa, con una gran ventaja para Markle según cuenta el Daily Mail. La duquesa nunca llegó a adquirir
la nacionalidad británica, y gracias a esta casa podría tener la oportunidad de conseguir la Visa Gold.
De esta forma accedería al espacio Schengen de la Unión Europe, con
el único requisito —puesto por Portugal— de hacer una contribución mínima de 250.000 euros, que podría ejecutarse con este paso inmobiliario.
Pero no todo son buenas noticias para los duques de Sussex, la pareja
vive un momento complicado. La Fundación Archewell, que presiden desde 2019, fue
declarada «morosa» en febrero de este año por el Tribunal de California. El pasado mes de mayo, el fiscal Rob Bonta emitió un aviso de que la fundación está en deuda con distintos acreedores, por lo que está obligada a cesar su actividad hasta que la situación se resuelva.
Por si fuera poco, la pareja vuelve a enfrentarse a
nuevos rumores de crisis y distanciamiento tras sus últimos actos en solitario, donde Meghan apareció sin el anillo de compromiso, gesto que hizo saltar todas las alarmas.